Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
David Ortiz, exjugador de béisbol de renombre, estuvo este domingo en la misa en memoria de unas 24 personas de Haina que perdieron la vida en la tragedia del Jet Set, instando a no cuestionar a Dios ante tal suceso.
“Nunca debemos equivocarnos cuestionando a Dios, ya que nuestro creador tiene una manera de comunicarse con nosotros, a veces difícil de comprender”, manifestó.
Ortiz, quien residió en esta localidad de San Cristóbal, señaló haber perdido muchos amigos en esta tragedia, pero intenta entender que Dios es el único que conoce los ciclos de cada persona.
El exjugador puntualizó que, debido a su cercanía con la gente de Haina, decidió tomar un vuelo anoche desde Boston para estar con ellos en este difícil momento.
“He pasado de funeral en funeral, algo muy duro, porque el tiempo no alcanza para asistir a tantos funerales que han ocurrido en un lapso corto”, dijo.
Explicó que se emocionó al ver a su hijo de un año correr hacia él, al reflexionar sobre tantos niños huérfanos.
“Al ver a mi hijo venir hacia mí, pensé en esos niños que hoy estarían corriendo hacia sus padres y madres, pero ya no podrán hacerlo”, declaró.
En ese sentido, hizo un llamado a los presentes a fomentar el amor, “démonos amor, porque en el amor reside la esencia de lo que somos”.
En la misa celebrada en el Polideportivo de Haina, el expelotero agradeció al presidente Luis Abinader junto con la primera Dama, Raquel Arbaje, y la vicepresidenta Raquel Peña, por el apoyo brindado en esta tragedia, en la que fallecieron unas 226 personas y más de 180 resultaron heridas.
Resaltó la entrega y dedicación del presidente, sobre quien precisó “desde temprano en la mañana estuvo apoyando a su gente, dándole cariño a su gente, respondiéndole a su gente, y eso es digno de admiración”.
La empatía predominó en la misa.
Esta mañana se llevó a cabo una misa en el Polideportivo de Haina, a la que asistieron cientos de personas con rosas blancas, para recordar a las víctimas mortales del derrumbe del techo de la discoteca Jet Set.
Familiares y amigos se congregaron en el lugar para despedir a hombres y mujeres que crecieron en ese municipio, en un escenario donde, además del dolor y la tristeza que embargaban a las familias, reinaba la empatía.
Segundo Maldonado, director de la Casa de la Cultura de Haina, reveló que, aunque no tenía familiares afectados, todos allí son una gran familia, que se apoya en los momentos buenos y malos.
Los abrazos y muestras de solidaridad eran visibles entre los asistentes a la misa.
Agregar Comentario