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MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) –
Arqueólogos de hielo han encontrado un segundo esquí en Divergarden, una montaña en el centro de Noruega, a solo cinco metros de donde se descubrió el primero hace siete años.
El esquí fue datado por radiocarbono en 1.300 años. A medida que el calentamiento global causa un mayor retroceso de los glaciares, han salido a la luz numerosos artefactos, lo que ha generado la necesidad de más investigación arqueológica en la zona.
Lars Holger Pilo, arqueólogo y codirector de la iniciativa ‘Secrets of the ice’ del Museo de Historia Cultural de Oslo, dijo que estos esquís prehistóricos son el par mejor conservado del mundo conocido hasta ahora.
«Este descubrimiento es revolucionario por dos razones. Primero, demuestra que los humanos usaban las altas montañas para cazar y transportarse durante el invierno, a pesar de los grandes riesgos que implicaba. Segundo, la notable conservación de los esquís, incluyendo sus fijaciones, nos permite crear réplicas precisas y experimentar cómo pudieron haber esquiado los humanos de la Edad de Hierro», afirmó en un comunicado. Gracias a su buen estado, también ofrecen «perspectivas completamente nuevas sobre las técnicas de esquí y su posible uso», añadió Pilo.
Cada esquí está hecho de una madera diferente: uno de abedul y el otro de pino. Sin embargo, su cercanía y las dataciones por radiocarbono sugieren que se usaban en pareja en esa época, aunque esta no fuera la intención original. Este hallazgo demuestra el valor que las personas de este agreste paisaje, muy por encima del límite de los árboles, daban a los objetos de madera.
Para realizar estos descubrimientos, los científicos primero deben identificar los lugares con mayor potencial de hallazgos arqueológicos. Los glaciares bajan de las montañas y pueden destruir artefactos frágiles, por lo que las placas de hielo inmóviles son una apuesta más segura para encontrar piezas bien conservadas.
Usando fotografías aéreas e imágenes satelitales, así como información local de excursionistas y pastores de renos, los arqueólogos mapean las placas de hielo en busca de sitios prometedores.
«El rápido deshielo del hielo glacial debido al cambio climático antropogénico está revelando objetos arqueológicos que han estado congelados durante siglos o incluso milenios. Estos hallazgos ofrecen información sobre la actividad humana, la tecnología y la adaptación a entornos desafiantes del pasado», explicó Pilo a GlacierHub. Normalmente, el hielo derretido hace el trabajo de excavación para los científicos, pero en el caso del esquí prehistórico, se necesitó un pico para facilitar la extracción del artefacto.
Al derretir el hielo para revelar estos importantes artefactos, de alguna manera, el cambio climático ha impulsado el avance de los descubrimientos arqueológicos que podrían ayudarnos a entender mejor cómo la humanidad afrontó los cambios climáticos del pasado. Esta capacidad histórica de adaptación al cambio climático ha sido «una de las revelaciones más impactantes» de la iniciativa, afirmó Pilo.
«Por ejemplo, durante la Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía (535-660 d. C.), un período de enfriamiento climático significativo, la agricultura local en las montañas enfrentó grandes retos, ya que estaba al límite de su viabilidad», explicó Pilo. «En respuesta, la gente intensificó la caza de renos en el hielo, un claro ejemplo de adaptación climática y gestión de recursos bajo presión. Podemos ver evidencia de un aumento de la actividad cinegética en la cantidad de flechas perdidas en el hielo», afirmó.
Estas flechas muestran un cambio en la actividad humana que coincide con un cambio climático. Los esquís recientes encontrados en las altas montañas también demuestran que los humanos usaban la zona en invierno. Pilo explicó que, como los hallazgos anteriores de esquís venían principalmente de zonas más bajas, donde probablemente servían para travesías de esquí de fondo, estos esquís de alta montaña demuestran que los humanos viajaban a mayores alturas en invierno de lo que los científicos creían.
Estas flechas y esquís ayudan a construir la historia humana que los arqueólogos intentan descifrar. También podrían ir de la mano con la historia ambiental de la historia natural de la Tierra.
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