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En un panorama educativo desafiado por la brecha digital y las desigualdades de acceso, emergen propuestas que buscan no solo modernizar las aulas, sino transformar a fondo la forma de enseñar y aprender.
En esa dirección se inscriben las iniciativas impulsadas por Ricardo Dreyfous, matemático e investigador puertorriqueño que ha dedicado su vida al diseño de herramientas pedagógicas más accesibles, didácticas y adaptadas a la realidad de los alumnos y profesores.
Es el primer latino en patentar materiales manipulativos para la enseñanza de las matemáticas, lo que lo sitúa como una figura innovadora en el ámbito pedagógico.
Dreyfous compartió la experiencia de implementar en República Dominicana plataformas como EduSystem, D-Genius y EduTouch, recursos que ya se utilizan en el país, con el fin de fortalecer el rol docente y ofrecer mejores oportunidades de aprendizaje para niños y jóvenes. En una entrevista para LISTÍN DIARIO, se le pudieron hacer algunas preguntas:
Uno de los primeros obstáculos fue la infraestructura. Muchas escuelas no contaban con los equipos necesarios para integrar tecnología educativa de manera funcional. Esto nos llevó a diseñar propuestas que incluyeran, además del software, dispositivos como pantallas interactivas, laptops y tabletas.
También fue necesario generar confianza: presentar pruebas de que estas herramientas realmente responden al currículo nacional y que su uso puede marcar una diferencia en el aprendizaje. Ha sido un proceso progresivo, pero ya vemos resultados concretos.
La diferencia reside en cómo fueron concebidas. No son soluciones importadas ni estandarizadas: fueron desarrolladas por educadores, pensando en los estudiantes de manera local.
EduSystem y D-Genius, por ejemplo, no son un catálogo de documentos digitales. Es una plataforma estructurada según el currículo dominicano, con contenidos interactivos, recursos visuales y herramientas de evaluación integradas.
Estas herramientas facilitan la planificación y el seguimiento académico de los estudiantes, mientras que EduTouch convierte el aula tradicional en un entorno más dinámico.
Lo primero que cambia es la actitud: los estudiantes se sienten más motivados y se involucran más activamente. A partir de ahí, se abren caminos para que desarrollen habilidades del siglo XXI como la colaboración, el pensamiento crítico o la resolución de problemas. También permite adaptar la enseñanza a distintos estilos de aprendizaje, lo cual es clave para la inclusión y la equidad en el aula.
Sigue siendo el eje central. La tecnología no reemplaza al maestro, lo apoya. Las plataformas permiten automatizar procesos administrativos o evaluativos, pero la guía pedagógica, la empatía y la capacidad de interpretación siguen siendo humanas.
Un buen maestro, con buenas herramientas, puede hacer maravillas. Y cuando tiene acceso a datos precisos sobre sus estudiantes, puede tomar mejores decisiones educativas.
Principalmente, perder el miedo. No tienen que dominar la tecnología a la perfección desde el primer día. Es importante familiarizarse con el contenido y estar abiertos a aprender, incluso de los propios estudiantes, que muchas veces son nativos digitales.
Lo importante es que todo uso tecnológico tenga un propósito pedagógico claro: que el vídeo, la simulación o el ejercicio digital no se usen solo por moda, sino porque ayudan a lograr un objetivo de aprendizaje.
Porque es una necesidad real. Muchos estudiantes dominicanos han emigrado o regresado de contextos angloparlantes, y otros necesitan estar mejor preparados para un mundo laboral globalizado. Ofrecer la posibilidad de alternar entre español e inglés no solo facilita la comprensión, sino que también fortalece el bilingüismo desde una perspectiva práctica, sin imponerlo.
Queremos fortalecer aún más el trabajo con las instituciones y los docentes. Que los futuros maestros entren al aula ya familiarizados con estas herramientas.
También estamos desarrollando laboratorios digitales por materias, enfocados en competencias prácticas, pensamiento científico y formación ciudadana. La meta, no es solo que la tecnología esté presente, sino que sea una aliada real para mejorar vidas.
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