Economicas

La economía sin pilares

8650160791.png
En los dos primeros meses de 2025, sufrió una caída del 7.7% en comparación con el año 2024, según el Banco Central.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El sector de la construcción se encuentra en descenso. En los dos primeros meses de 2025, sufrió una caída del 7.7% en comparación con el año 2024, según el Banco Central. Durante 2024, la construcción creció solo un 2.1%, menos de la mitad del crecimiento económico general.

Son noticias desfavorables. La construcción es el segundo mayor empleador, considerando el detalle, dando trabajo a 9 de cada 100 trabajadores. En 2024, este sector representó el 13% del Producto Interno Bruto (PIB), siendo la actividad más importante en la economía dominicana. Además, la construcción genera una amplia cadena productiva: se beneficia el fontanero, albañil, electricista, pintor, obrero, pisero, y también el herrero, el dueño de ferretería, las cementeras y los fabricantes de tubos, pinturas y cables. Es un sector con gran capacidad para crear empleos rápidamente y fomentar el consumo de bienes producidos en el país.

Diversos factores explican la caída de la construcción. Primero, las altas tasas de interés dificultan la adquisición de viviendas. En esta situación, la cuota hipotecaria para una familia que solicita un préstamo de cuatro millones de pesos a 15 años supera los 56,000 pesos, incluyendo el seguro; con tasas de interés al 10%, rondaría los 40,000 pesos. Esto impacta principalmente a los compradores de viviendas de bajo costo.

Segundo, el gobierno tiene un bajo gasto en infraestructura, lo que impide compensar el efecto de las altas tasas de interés. El gasto gubernamental se ha centrado en partidas como nómina, pensiones y subsidio eléctrico, lo que ha incrementado el déficit fiscal y la deuda. Con una factura de intereses en aumento, de 298 mil millones de pesos este año, se ha limitado el presupuesto para obras públicas que impulsen la economía.

Tercero, los rumores sobre una reforma tributaria, iniciados en mayo de 2024, frenaron el sector de la construcción. Al mencionarse la posible eliminación de las facilidades de los fideicomisos, diversos constructores pausaron sus proyectos inmobiliarios hasta aclarar el panorama. Aunque la reforma no se aprobó, el daño ya estaba hecho: seis meses de pausa e incertidumbre. Cuarto, la demanda de apartamentos por parte de dominicanos en el extranjero parece haber disminuido debido a la incertidumbre en la economía estadounidense. Estas dos últimas razones afectan el desarrollo de viviendas para la clase media y media-alta en Santo Domingo y varios destinos turísticos.

Ante esta situación, es urgente tomar medidas para revitalizar el sector. Una propuesta sería considerar la liberación de fondos de encaje legal para préstamos hipotecarios, especialmente para proyectos ya iniciados, siempre que las condiciones monetarias lo permitan.

Asimismo, se puede fomentar la titularización de préstamos de vivienda, agrupando las mejores hipotecas para venderlas en el mercado de valores. Esto permitiría extender los plazos de las hipotecas, reducir sus tasas de interés y mantenerlas fijas.

Además, el gobierno debe reducir gastos no productivos (publicidad, nómina) para aumentar la inversión en obras. Por último, se debe analizar la situación de los trabajadores de la construcción que laboran a tiempo parcial en varios proyectos, lo que dificulta su formalización en la seguridad social. Reactivar la construcción es fundamental para dinamizar la actividad comercial e industrial dominicana.

TRA Digital

GRATIS
VER