Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Washington (EFE).- Jennifer Vásquez, esposa de Kilmer Ábrego García, un migrante salvadoreño deportado equivocadamente a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador por la administración de Donald Trump, defendió su inocencia este miércoles y atacó al presidente estadounidense y a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
“Han transcurrido 28 días desde que perdí a mi esposo, desde que mis hijos no pueden abrazarlo, desde que su madre no puede darle un beso y su hermano no puede conversar con él. Esto nunca debió ocurrir”, afirmó Vásquez en una rueda de prensa acompañada por congresistas demócratas.
La esposa, junto a la madre de García y su hermano, denunció que los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador “siguen demorando la reunificación” de su familia.
“Los continuos y aterradores ataques de la administración jamás nos harán callar”, añadió, agradeciendo a los congresistas que, según comentó, les están brindando apoyo.
Entre ellos, el líder del Caucus Hispano, Adriano Espaillat, anunció que enviará esta semana una carta a Bukele solicitando la liberación de Ábrego García y pidiendo que su familia pueda visitarlo, ya que “no sabe nada de él desde hace más de 25 días. Ignoramos cuál es su situación actual”.
“Se trata de una persona que no ha roto ninguna ley, que ha estado legalmente en Estados Unidos y que, a mi parecer, fue secuestrado y enviado a una prisión salvadoreña”, resaltó Espaillat.
Recientemente, el Tribunal Supremo dio la razón al Gobierno de Trump, anulando una decisión de un tribunal inferior que ordenaba el regreso de Ábrego García a Estados Unidos.
Con 24 años, Ábrego García está casado con una ciudadana estadounidense y tienen tres hijos, el menor de cinco años, todos nacidos en el país y con necesidades especiales.
Él huyó de El Salvador ante las extorsiones y amenazas de la pandilla Barrio 18, según los documentos judiciales aportados por su defensa.
Antes de su arresto, trabajaba en la construcción y asistía a clases en la Universidad de Maryland con el objetivo de obtener una licencia en ese ámbito y mejorar su salario, según mencionó su esposa.
En 2019, fue capturado por autoridades migratorias tras ser vinculado a la Mara Salvatrucha (MS-13) por un informante anónimo. Su solicitud de asilo y protección contra la deportación fue aprobada por el juez correspondiente.
Sin embargo, fue arrestado en marzo de 2025 durante lo que parecía un control de tráfico rutinario. En ese momento, los oficiales informaron a su esposa que el estatus migratorio de Ábrego García “había cambiado”, y solo tras identificarlo en una foto en redes sociales supo de su paradero.
Posteriormente, el hombre fue trasladado a un centro de detención en Texas y luego a la cárcel de máxima seguridad en El Salvador, como parte de un acuerdo entre las administraciones de Trump y Bukele para enviar allí a presuntos criminales.
Los abogados de Ábrego García argumentan que las autoridades “estaban al tanto” de la situación migratoria de su cliente y, aun así, decidieron enviarlo a la prisión salvadoreña.
Las autoridades migratorias de EE.UU. catalogaron el traslado de “error”, pero sostienen que no tienen autoridad para regresarlo, ya que ahora está bajo la custodia de un gobierno extranjero.
A su vez, la administración de Trump asegura que Ábrego García, quien nunca fue juzgado en EE.UU., es un miembro de MS-13 y no debería ser readmitido en el país.
Agregar Comentario