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Nueva York, 30 abr (SANA) El ministro sirio de Asuntos Exteriores y Expatriados, Asaad Al-Shaibani, resaltó la necesidad de levantar de forma inmediata las sanciones impuestas a su país y consideró que mantenerlas agravaría el sufrimiento de los sirios, empeoraría la crisis económica y dificultaría la capacidad de construir las bases necesarias para alcanzar una paz duradera.
En un discurso pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Al-Shaibani manifestó el pleno compromiso de Siria con la justicia transicional, no sólo para exigir responsabilidades por los errores y delitos del pasado, sino también para construir un sistema de gobernanza que evite futuros conflictos antes de que ocurran.
Para alcanzar este importante objetivo, se creará un órgano de justicia transicional y un órgano especial para examinar el destino de cientos de miles de personas desaparecidas, en estrecha coordinación con los mecanismos internacionales establecidos por la Asamblea General para abordar esta cuestión urgente, aclaró.
El Canciller explicó que hay factores inmediatos y estructurales que podrían empujar a Siria nuevamente al caos si no se abordan de inmediato. Se trata de la pobreza extrema, la inseguridad alimentaria y la destrucción de los medios de vida, y todo lo anterior crea condiciones propicias para la propagación de actividades delictivas, el extremismo y la reanudación de los conflictos armados.
Cuando las personas pierden sus hogares, sus empleos y la esperanza de reconstruir sus vidas, la guerra se convierte en una tragedia casi inevitable. Por lo tanto, la prevención de conflictos requiere no sólo justicia transicional, sino también recuperación económica y reconstrucción, aseguró el Ministro.
Según Al-Shaibani, las obsoletas sanciones impuestas a Siria debilitan la capacidad del país para prevenir futuros conflictos y obstaculizan su capacidad para construir las bases necesarias para lograr una paz duradera.
Su continuidad se ha convertido en un obstáculo para la recuperación económica de Siria y un impedimento para el trabajo del nuevo gobierno, añadió.
El Ministro de Asuntos Exteriores señaló que sin la capacidad de crear empleos, apoyar la reconstrucción y prestar servicios básicos, Siria sigue corriendo el riesgo de volver a caer en el ciclo del conflicto armado, un conflicto cuyas motivaciones no serán ideológicas ni políticas, sino más bien pura desesperación económica.
Reafirmó que las sanciones obstaculizan la capacidad del Estado para pagar salarios, transferir fondos y financiar el programa de justicia transicional. También restringen a las organizaciones de la sociedad civil establecerse en Siria o transferir fondos a sus trabajadores dentro del país. También ahogan la actividad comercial legítima y facilitan la propagación de bandas criminales, redes de comercio ilícito y grupos extremistas.
Prevenir el conflicto es nuestro objetivo común y debemos levantar de inmediato las sanciones que obstaculizan la estabilidad de Siria, afirmó.
Hizo un llamado en nombre del pueblo sirio a la Asamblea General para que respalde la exigencia de levantar todas las sanciones impuestas durante el régimen de Assad de forma inmediata y sin dilación, ya que mantenerlas solo aumentará el sufrimiento de los sirios, agravará la crisis económica y, por consiguiente, perpetuará la violencia y el conflicto.
Por otro lado, Al-Shaibani explicó que existe otra amenaza a la estabilidad de Siria, representada por las continuas agresiones y ataques que violan su soberanía.
Aseguró que la nueva Siria no será una fuente de inestabilidad para ninguna de las partes en la región, incluido Israel. Sin embargo, denunció que los reiterados ataques militares contra territorio sirio suponen una amenaza directa a la seguridad regional y socavan los esfuerzos por lograr la estabilidad en el país.
Estas agresiones alimentan nuevos agravios que podrían derivar en conflictos más amplios. Además, estos ataques, incluidos ataques aéreos e incursiones fronterizas, constituyen una flagrante violación del derecho internacional y amenazan la estabilidad no sólo en Siria sino en toda la región. Por lo tanto, Siria pide a la Asamblea General que aborde esta amenaza antes de que conduzca a una mayor desestabilización a largo plazo.
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