Salud

Tras la tragedia: La salud mental se prioriza ante el duelo colectivo

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

En medio de un ambiente colmado de caos, ansiedad y temor ante esta catástrofe, surgió de inmediato una estrategia de salud mental para amparar a los damnificados y brindar apoyo psicológico y emocional con profesionales capacitados en manejo de crisis y traumas de esta magnitud.

Han transcurrido dos semanas desde aquel martes ocho de abril, donde el derrumbe del techo en el club nocturno Jet Set segó la vida de 232 personas y a su paso enlutó al pueblo dominicano al desencadenar el dolor y duelo colectivo, convirtiéndose en una tragedia nacional.

En medio de un ambiente cargado de caos, ansiedad y temor ante este cataclismo, surgió de inmediato una estrategia de salud mental para amparar a los afectados y brindar apoyo psicológico y emocional con profesionales capacitados en manejo de crisis y traumas de esta magnitud.

Laborando sin descanso desde las 8:30 de la mañana hasta muy entrada la noche, un equipo de especialistas de la conducta relató su experiencia a LISTÍN DIARIO acerca de la asistencia emocional que ofrecieron en esos días y qué se supone que seguiría luego de este evento.

Así lo narraron la psicóloga clínica, educadora y académica Marisol Guzmán; la psicóloga clínica, terapeuta familiar e investigadora Rafaela Burgos; la psicóloga clínica, terapeuta familiar y presidenta de la unidad de intervención de crisis y trauma Vanessa Espaillat, junto con los psiquiatras y especialista en adicciones Francis Báez y José Miguel Gómez, actual asesor del Poder Ejecutivo, en visita al director de LISTÌN DIARIO, Miguel Franjul.

El inicio

El doctor Gómez contó que, aunque en un principio no contaban con un espacio para atender a los afectados por esa tragedia, los rectores de las universidades Iberoamericana, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Nacional Pedro Henríquez Ureña y del Instituto Tecnológico de Santo Domingo dispusieron los equipos necesarios para brindar el apoyo a los afectados.

Explica que, formando un equipo de 15 a 20 profesionales de la salud mental, se ubicaron en una carpa gigante que dividía a las familias con cada profesional para que hablaran sobre lo que sentían en ese momento, su dolor e incertidumbre, cómo recordaban a su familiar y así promovían el desahogo emocional que necesitaban en ese instante sobre lo que estaban viviendo a la par que se estabilizaban.

“El espacio era para acompañamiento, para que ellos vieran que lo que estaban sintiendo en ese instante era necesario sentirlo. De hecho, ese desahogo, ese llanto, esa desesperación era necesario porque liberaba”, resaltó Guzmán.

Intervención en los hospitales

Posterior a esa intervención en la zona cero, los familiares se trasladaban con desesperación a los hospitales Marcelino Vélez Santana, Darío Contreras y Ney Arias Lora para confirmar si su familiar estaba en ese lugar y en qué estado se encontraba.

Como era de esperar, esta situación también generó un desencadenante ansioso que requería de una intervención emocional, psicológica y psiquiátrica inmediata, coordinada por la doctora Báez, quien estableció una ruta entre los distintos hospitales para trabajar con las familias y amigos de las víctimas en una “terapia” que pudiera calmarlos.

“Una de las dinámicas que nosotros hicimos fue que no comenzamos en el suceso. Nosotros comenzamos el lunes en la mañana. “¿Cómo fue tu lunes?” Y todo el mundo hace su recuento de que fue bonito, me vestí, me cambié, hicimos esto, hice planes, hice lo otro y eso le ayudaba a ellos a drenar lo suficiente”, comentó la psiquiatra.

También relató que buscaba a los hijos con padres en cuidados intensivos para que estos pudieran conversar con ellos al oído, fraternizar y, según el caso, se despidieran con un último adiós.

¿Qué sigue después?

Aunque en la actualidad las comunidades más afectadas en el cataclismo están siendo intervenidas con asistencia psicológica continua, los profesionales en salud mental expresaron que síntomas como trastornos del sueño, ansiedad, depresión, estrés postraumático, ataques de pánico y el miedo a salir o entrar a un sitio techado serán comunes en la población.

“Se le está haciendo un llamado a toda la población que directamente fue afectada o a los que indirectamente fueron afectados a que no se queden callados en su casa. Se le está poniendo al Servicio Nacional de Salud, a través de Salud Pública, los departamentos de psiquiatría y psicología para que asistan y que toquen la puerta de la salud mental para acompañarlos”, exhortó Gómez.

En lugar de sufrir en silencio, los psicólogos y psiquiatras recordaron lo importante que es no aislarse en las fechas venideras y buscar los servicios de salud que ofrece el Estado para un tratamiento efectivo en las secuelas que la tragedia del Jet Set ha dejado a nivel nacional.

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