Salud

Una Semana Santa para retornar al sentido primigenio: la reflexión

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Para ella la Semana Santa como tradición religiosa nos recuerda la tragedia y muerte de un inocente.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Esta Semana Santa halla al país sumido en la tragedia por el fallecimiento de 231 personas, tras el desplome del techo de la conocida discoteca Jet Set el pasado martes.

No obstante, en medio de la tristeza, especialistas en conducta explican que esta conmemoración puede hacer que las personas retornen al sentido original de la celebración religiosa: la reflexión.

“Realmente y hasta paradójicamente este evento ha hecho que las personas de alguna manera como que entren en lo que es el sentido original de la Semana Santa, que es como ese periodo de recogimiento y de reflexión”, sostiene Altagracia Valdez Cordero, psicóloga y terapeuta psicocorporal con 33 años de experiencia.

Valdez explica que muchas personas suelen vivir la Semana Santa “como chercha, alegría, viaje de playa y disfrute”; sin embargo, en esta ocasión la tristeza y el dolor estarán muy presentes, marcados por un duelo colectivo debido a la magnitud de la tragedia, que no solo impacta a las personas que estuvieron presentes en la zona de desastre.

“Cuando ocurre un evento así de traumático, donde se ven tantas vidas afectadas, tantas vidas perdidas, entonces el efecto no es solamente para quienes están ahí presencialmente, para los que sobreviven o para los que mueren, sino que hay un efecto a nivel de comunidad, a nivel nacional y a veces trasciende lo nacional, como ha sido este caso”, dice la experta quien también tiene entrenamiento en duelo.

En medio de ese duelo, Valdez cuenta que en sus consultas hay personas que le habían contado de sus planes para visitar a sus familiares en el interior e incluso en el exterior, pero por la dolorosa situación decidieron abortar estos propósitos lo que evidencia el recogimiento al que algunos se han abocado.

Por otro lado, aclara que la Semana Santa es algo muy puntual y que hay que pensar en la continuidad, por lo que señala la importancia de trabajar en el cuerpo, pues “es ese lugar que tenemos para tocar la vida”, para ello se encuentra impartiendo jornadas de sanación emocional en la Plaza Santo Domingo.

Inicialmente, las actividades serían los días martes y miércoles de esta semana, pero de acuerdo a las declaraciones de la especialista, estas se extenderán durante siete martes de 6:00 a 7:00 de la mañana en el mismo lugar.

“Dentro de mi especialidad, que es la terapia psicocorporal, nosotros trabajamos en movimientos que están hechos y diseñados fundamentalmente para trabajar con el miedo que es un tema latente después de esta tragedia. Hay movimiento para trabajar con la culpa, la ira, la tristeza, movimientos que favorecen la seguridad y la estabilidad del cuerpo y de la mente”, explica.

Para la neuropsicóloga Dalia Aguiló, la Semana Santa, con su carga simbólica de muerte, silencio y resurrección, puede ser un espacio profundamente sanador. Entiende que esta invita a mirar el dolor con ojos de compasión, a habitar el duelo sin miedo, y a creer que después del Viernes Santo siempre hay posibilidad de un domingo de luz.

Entre las herramientas que la profesional recomienda para quienes están atravesando el duelo en estos días están: Nombrar lo que se siente, sin juzgar, buscar espacios seguros para expresarlo (terapia, grupos de apoyo, círculos de oración o conversación), hacer pausas (dormir, comer, respirar), escribir, orar, caminar, abrazar y recordar que está bien pedir ayuda, pues “el dolor compartido duele menos”.

Sobre cómo empezar a comprender y procesar la tragedia, Agiló sostiene que hay que iniciar aceptando que hay cosas que no se comprenden desde la lógica y que, a veces, solo se sienten.

Agrega que “la pérdida se puede ver como parte de ese ciclo: recogernos para cuidar el alma herida, aceptar el silencio de la Semana Santa como parte del proceso, y mantener viva la esperanza de que habrá un renacer. La resurrección no es olvidar, es transformar el dolor en memoria viva, en legado, en amor que sigue dando frutos”.

En este Jueves Santo, donde se conmemora el lavatorio de los pies y la última cena de Jesús con los Apóstoles, la especialista envía un mensaje de esperanza a quienes quizás no le encuentren sentido a la tragedia e invita a recordar que la vida es un suspiro y que no tenemos el control.

Jocelyn Quezada tiene un máster en acompañamiento en duelos, pérdidas y trauma por la Universidad de Barcelona. Para ella la Semana Santa como tradición religiosa nos recuerda la tragedia y muerte de un inocente. Aquí se vive un duelo ante la muerte del Maestro. También nos habla de abrazar la humanidad sagrada, pasar tiempo en oración, meditación y silencio.

Quezada explica que hay prácticas que ayudan a sobrellevar lo que se está sintiendo. Para los que siguen una religión o tienen una práctica espiritual, la oración, la meditación, la atención plena, yoga, compartir en comunidad, entre otras, les ayudará en el dolor, según la experta.

Salir a caminar, practicar deporte, abrazar a alguien, limpiar y organizar tu habitación, pasar tiempo en la naturaleza, son otros recursos emocionales que la profesional recomienda para quienes están atravesando el duelo estos días

A estas se suman: Reconocer el dolor, ponerle nombre e identificar en qué parte del cuerpo se siente. Encender una vela, reunirse y hablar con amigos, escribir un diario y hacer una lista de cosas por las que estar agradecido.

Añade que hay que abrirse a un nuevo comienzo en el que todo el amor que se siente por un ser querido fallecido ayude a honrar la vida de este, viviendo con un nuevo propósito y sentido. “Permítete que la guía de vivir surja desde tu corazón”, concluye.

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