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Agencia Cierra Dreams, administradora de contenido erótico en línea, tras investigación de ‘CubaNet’

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

MIAMI, Estados Unidos. — La agencia Dreams Agency, dedicada a la gestión de modelos para plataformas de contenido erótico desde Cuba, anunció su cierre definitivo este jueves, tan solo un día después de que CubaNet publicara una investigación que expone las prácticas internas de este tipo de negocio, que opera bajo la apariencia de “call centers sexuales”.”Debido a situaciones que nos han sobrepasado y que están fuera de nuestro control, lamento informarles que Dreams Agency llega a su fin”, indica el comunicado oficial distribuido a través de un grupo de WhatsApp donde participaban las modelos o streamers afiliadas y al que CubaNet tuvo acceso.En el mismo mensaje, los administradores intentaron tranquilizar a las integrantes del grupo, asegurando que los pagos pendientes están garantizados y serán gestionados por un nuevo intermediario.”Todas sus cuentas serán administradas directamente por un asistente de Waha, quien se encargará de realizar sus pagos mediante remesas internacionales”, añade el comunicado. También se especificó que los métodos de pago acordados con anterioridad se mantendrán sin cambios, semana tras semana, para asegurar continuidad en la retribución.”Es doloroso para mí tener que comunicar esto, pero valoro profundamente la confianza que depositaron en nosotros”, concluye el comunicado difundido por Dreams Agency, sin ofrecer más detalles sobre las causas del cierre ni el manejo posterior de los datos almacenados.La declaración de cierre de Dreams Agency ocurre un día después de que CubaNet revelara el testimonio de varias jóvenes santiagueras — entre ellas, estudiantes de Medicina — que se dedican a ofrecer contenido sexual explícito a través de videollamadas privadas en plataformas como Sela Anchor, Hily y Waha. Este modelo de negocio les exige mantener conexiones en línea durante horas, simular identidades extranjeras y entregar información personal sin garantías contractuales.Según los testimonios recogidos por el medio, las jóvenes recibían orientación constante de gestoras anónimas de Dreams Agency, quienes las guiaban en el proceso de registro, incluyendo la descarga de las aplicaciones mediante VPN y la simulación de una ubicación en Colombia, país donde este tipo de trabajo está más regularizado.”La administradora nunca dijo su nombre, pero le explicó por audios cómo hacer el ingreso en la plataforma”, relató una de las entrevistadas, que fue inmediatamente integrada a grupos de WhatsApp y Telegram con otras chicas que compartían consejos, reglas, tareas diarias y reportes de ingresos.La dinámica descrita en el reportaje plantea la existencia de una red informal de gestión que actúa como intermediaria entre las trabajadoras y los operadores extranjeros de las plataformas. Sin contratos, sin claridad sobre los términos de uso de su contenido, y bajo normas impuestas de manera unilateral, muchas jóvenes se ven empujadas a aceptar condiciones poco transparentes y riesgosas.El reportaje también documenta que muchas de las participantes utilizan imágenes falsas o modificadas para proteger su identidad, pero deben entregar datos reales como su nombre completo y número de identidad para acceder a las plataformas. Las administradoras solicitan incluso fotografías de las chicas sosteniendo su carné de identidad, supuestamente para verificar que son mayores de edad y cumplir los requisitos mínimos que exigen las apps.Esta falta de protección legal deja a las jóvenes expuestas a potenciales casos de extorsión, acoso, filtración de datos personales o uso indebido de su imagen. Un experto en seguridad digital consultado por CubaNet advirtió que, aunque las aplicaciones no permiten capturas de pantalla o grabación interna, los administradores podrían grabar contenido desde fuera de la plataforma, sin consentimiento ni reparto de beneficios.El cierre de Dreams Agency pone de manifiesto la falta de regulación que existe en Cuba respecto al trabajo digital con contenido erótico o sexual. Las jóvenes participantes no cuentan con mecanismos legales de protección ni con contratos que aseguren el cumplimiento de derechos básicos como privacidad, compensación justa o seguridad.A pesar de operar con cientos de usuarias desde Santiago de Cuba, Dreams Agency funcionaba sin registro empresarial conocido, ni mecanismos de supervisión laboral, ni vías formales para resolver conflictos.La ausencia de legislación específica, sumada a la precariedad digital y a la falta de recursos legales en la Isla, hace que iniciativas como Dreams Agency puedan surgir, operar y desaparecer sin dejar rastro legal, y sin responder por las consecuencias que generan en la vida de quienes participan en ellas.

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