Salud

¿Azúcar o grasa? Investigaciones alertan sobre sus riesgos cardíacos

8679912228.png
Tradicionalmente, el colesterol era visto como un enemigo en la búsqueda de la salud cardiovascular.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Tradicionalmente, el colesterol era visto como un enemigo en la búsqueda de la salud cardiovascular. Aunque su reputación como una grasa peligrosa en el cuerpo, con la capacidad de bloquear arterias y derivar en enfermedades cardíacas es bien conocida, la realidad es mucho más compleja.

A través de un informe detallado, Science Focus compartió que el colesterol juega un papel vital para el organismo y, a menudo, sus niveles elevados operan sin síntomas visibles. Expertos aportaron sus puntos de vista sobre la dualidad del colesterol y sus riesgos para la salud, dependiendo de sus niveles.

Comúnmente considerado el villano por excelencia en la salud del corazón, el colesterol es una sustancia esencial al desempeñar un papel crítico en el cuerpo humano.

Te puede interesar leer: El 98 % de los pacientes con insuficiencia cardíaca tiene otros padecimientos

Según Sir Rory Collins, director del Departamento de Salud de la Población de Nuffield, “el colesterol juega un papel crucial en la construcción de membranas celulares, y es importante en varias hormonas y otras sustancias biológicas que nos mantienen vivos”.

Sin embargo, el exceso de colesterol, especialmente en las poblaciones occidentales, excede los niveles considerados saludables. Estas tendencias generan preocupaciones sobre las enfermedades cardiovasculares.

Los altos niveles de colesterol en la sangre se han vinculado directamente con enfermedades mortales. De acuerdo con un reporte de la World Heart Foundation, este tipo de colesterol es responsable de aproximadamente 4.4 millones de muertes anuales.

Los índices elevados son silenciosos; algunas estimaciones oficiales sugieren que hasta el 39% de las personas en el mundo podrían tener niveles elevados sin saberlo. Según Steve Humphries, profesor de ciencia cardiovascular en el University College London, la mayoría de las personas no conocen sus niveles hasta llegar a los 40 o 45 años, cuando “sus arterias ya están llenas de colesterol”.

Una gestión adecuada del colesterol alto comienza con el conocimiento, según los expertos. Hablar con un médico y realizarse pruebas regularmente es fundamental para quienes desean prevenir complicaciones. Es crucial entender que el colesterol no viaja libremente por el cuerpo, sino que lo hace en partículas llamadas lipoproteínas.

Las lipoproteínas de baja densidad (LDL) son las encargadas de llevar el colesterol desde el hígado a todo el cuerpo, mientras que las lipoproteínas de alta densidad (HDL) transportan el colesterol de regreso al hígado para su procesamiento. Mantener bajos los niveles de LDL y altos los de HDL es esencial para una salud óptima.

Existe la idea errónea muy común que relaciona directamente los alimentos que se ingieren con el colesterol presente en nuestro cuerpo. En realidad, la mayor parte del colesterol es producido por nuestro hígado y solo un 20% proviene de la dieta.

Evitar las grasas animales, como las que se encuentran en la carne y los lácteos, es una forma de mantener el colesterol bajo control, de acuerdo con el especialista Collins.

También es fundamental tener en cuenta que los alimentos con alto contenido en grasas saturadas, presentes en aceites tropicales y productos horneados, pueden estimular al hígado a producir más lipoproteínas de baja densidad (LDL).

La reducción de estas grasas y azúcares en la dieta es un primer paso vital para controlar el colesterol. Reemplazar esos alimentos por opciones ricas en fibra, como los granos enteros y las legumbres, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL, actuando como un escudo que impide que el colesterol entre en el torrente sanguíneo.

La actividad física juega un papel primordial en la reducción de los niveles de colesterol. Investigaciones indicaron que los ejercicios aeróbicos pueden mejorar notablemente los niveles de HDL, al mismo tiempo que reducen la inflamación general en el cuerpo.

Además, el ejercicio regular “enseña a los músculos” a utilizar la grasa saturada como fuente de energía, reduciendo así su presencia en el organismo. La evidencia también respalda la inclusión de entrenamiento de resistencia, donde el levantamiento de pesas demostró científicamente su eficacia para disminuir los niveles de LDL.

Para algunas personas, el control del colesterol a través de la dieta y el ejercicio puede no ser suficiente. Factores como el envejecimiento y las condiciones genéticas pueden exacerbar el riesgo de colesterol elevado.

En esos casos, los medicamentos como las estatinas ofrecen una solución. Estas funcionan al inhibir la producción de colesterol en el hígado, pero pueden presentar efectos secundarios como dolores musculares y mareos.

De igual manera, como destacó Collins, aunque “los riesgos asociados son más altos en comparación con la dieta y el ejercicio”, los beneficios de estos medicamentos en casos graves tienden a superar los inconvenientes.

Un enfoque personalizado hacia las cuestiones relacionadas con el colesterol es clave, ya que las necesidades pueden variar según el individuo. Ante cualquier duda sobre los niveles de esta sustancia, es aconsejable consultar a un médico para obtener una orientación individualizada y adecuada.

TRA Digital

GRATIS
VER