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Viaje. Es su primera gira internacional desde que tomó el poder. Informe. Trump anuncia el cese de las sanciones comerciales a Siria.
Riad.-El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó ayer a la capital de Arabia Saudí, Riad, en su primera gira internacional desde que asumió el poder a Oriente Medio, que durará cuatro días y también lo llevará a Catar y Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Trump fue recibido en la Terminal Real del Aeropuerto Internacional Rey Khaled, de Riad, por el primer ministro y príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, conocido como “MBS” y considerado el hombre fuerte de Arabia Saudí, quien le estrechó la mano en el pie de la escalinata del avión, antes de acompañarle al Salón Real del aeropuerto.
Escolta de seguridad
El avión presidencial fue escoltado a su llegada al país por hasta seis cazabombarderos F-15 saudíes, después de un viaje sin incidentes desde Estados Unidos, según informaron los periodistas que acompañan al mandatario y difundieron en sus redes sociales. Durante su estancia en el rico e influyente reino árabe, Trump tiene previsto inaugurar un foro de inversiones estadounidense-saudí, y será recibido por las máximas autoridades de la familia real saudí.
La visita de Trump a Arabia Saudí estará centrada en inversiones y tratos comerciales, si bien se produce en un momento crítico para la región con intentos por parte de Washington de reconducir el diálogo nuclear con Irán.
También llega cuando Estados Unidos intenta asegurar el libre tránsito de mercancías por el Mar Rojo y sentar las bases de una salida al conflicto entre Israel y Palestina o el complejo tablero sirio tras la caída de la dinastía Al Asad.
Política exterior
En otro orden, Donald Trump, abrió el primer capítulo de su política exterior con un discurso en Arabia Saudí en el que llamó a dejar atrás el intervencionismo occidental en Oriente Medio y apoyó a una “nueva generación de líderes” que encauce la compleja región a través de los negocios y la inversión.
Tomando el ejemplo de su anfitrión, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, Trump criticó el pasado de “construcción de naciones” en países como Irak o Afganistán, con críticas a los “neocons” (neoconservadores), y con referencias a las políticas de previas administraciones demócratas y republicanas en esos países.
“Ante nuestros ojos, una nueva generación de líderes está superando conflictos antiguos, hartos de divisiones pasadas, y que están forjando un futuro donde Oriente Medio es definido por el comercio y no el caos; donde se exporta tecnología y no el terrorismo, donde la gente de diferentes naciones, religiones y credos construye ciudades en lugar de bombardearse”, explicó Trump al inicio de su primer viaje internacional de su segundo mandato.
Según la opinión de Trump, que dio un discurso inesperadamente disciplinado en un foro de inversiones estadounidense-saudí, ya ha terminado la era en la que Occidente “daba lecciones sobre cómo vivir o cómo gobernarse a sí mismo”, ya que ha llegado el momento de dejar que los países árabes prosperen con “su propia visión y trazando su propio destino”.
Trump no dejó fuera de su visión ni a Irán, a quien instó a alcanzar de inmediato un acuerdo nuclear que garantice que nunca puedan tener un arma atómica a cambio de un “futuro brillante”.
Si Teherán no deja de ser el mayor poder desestabilizador de la región, el mandatario prometió “infligir máxima presión masiva”, un eufemismo lejos de una amenaza militar de un presidente que ha prometido no meterse en guerras extranjeras.
El mandatario aseguró que pese a las diferencias “he demostrado repetidamente que estoy dispuesto a poner fin a conflictos y forjar nuevas alianzas para un mundo mejor, más estable”, porque “nunca he creído en enemigos permanentes”.
En su alocución, el presidente arropado por los hombres más ricos de Estados Unidos e inversores saudíes, anunció que retirará las sanciones que pesan sobre Siria.
El apego a Israel
— Reuniones
Los rebeldes hutíes del Yemen afirmaron ayer que el presidente Donald Trump, debe acabar con su apoyo a Israel para alcanzar la paz en Oriente, después de que el líder estadounidense se reuniera con el primer ministro saudí, Mohamed bin Salmán.
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