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El martes 20 de mayo, hacia las 4 de la tarde, se perdió toda comunicación con la alférez Ashley Vargas Mendoza durante un vuelo de instrucción sobre el mar de Pisco. La joven oficial, de 24 años, había despegado desde la Base Aérea homónima a bordo de una aeronave KT-1P. Poco después, la Fuerza Aérea del Perú (FAP) comunicó que activó un protocolo de búsqueda en la zona, pero la reacción institucional ha sido severamente cuestionada por los familiares de la piloto, quienes denuncian demora y falta de contundencia en las acciones desplegadas.
Con el transcurso de los días, la búsqueda se ha intensificado por aire, mar y tierra, incluyendo helicópteros, buzos especializados y patrullas en áreas de difícil acceso. La familia de Ashley viajó desde Trujillo hasta Pisco en cuanto tuvo conocimiento de la noticia, y ha permanecido en el lugar desde entonces, pidiendo el apoyo de más entidades del Estado y exigiendo resultados concretos. La ausencia de información oficial y la falta de avances en el operativo han incrementado la tensión, mientras crece la incertidumbre sobre el paradero de la joven alférez.
FAP interrumpió búsqueda de piloto Ashley Vargas, según abogado: “Queremos hallar su cuerpo para darle honores dignos”
El jueves 23 de mayo, en medio de la angustia, los familiares de Ashley fueron víctimas de un intento de estafa. Un individuo llamó al padre de la joven, Édgar Vargas Escobedo, asegurando que su hija había sido rescatada por un empresario pesquero y que se encontraba inconsciente, pero con vida. Para su traslado, solicitó 200 soles aduciendo que necesitaba combustible.
La transferencia se hizo a través de la aplicación Yape, a nombre de un tal Luis Salas. Sin embargo, con el paso de las horas, surgieron contradicciones en la versión del supuesto rescatista. La historia empezó a desmoronarse y finalmente se determinó que era una estafa. José Ocampo Zumaeta, tío de Ashley y abogado de la familia, denunció el hecho a RPP y catalogó el acto como “una crueldad imperdonable”.
El sábado 24 de mayo por la noche, voluntarios y rescatistas reportaron el hallazgo de partes del motor del avión KT-1P en los acantilados de Paracas. Carlos Alberto Flores, uno de los rescatistas civiles que colabora en las labores, indicó que las piezas fueron encontradas en una zona de difícil acceso, donde las cuevas marinas y la geografía rocosa obstaculizan la intervención.
Según detalló a Exitosa, las fuertes corrientes marinas han dispersado fragmentos de la nave. El descubrimiento de estas piezas ha generado gran preocupación entre los familiares y ha reducido las esperanzas de encontrar con vida a Ashley. Pese a ello, las búsquedas continúan, aunque no se han informado sobre nuevas pistas.
Ashley Vargas FAP Halla Nueva Sección De Avioneta Siniestrada Y Refuerza Búsqueda De Piloto
A medida que transcurren los días sin resultados concretos, la familia de Ashley Vargas ha expresado su inquietud sobre las condiciones en que se realizaba el vuelo de instrucción y el estado de la aeronave. Según señalaron, una posible falla en el sistema de eyección del avión KT-1P podría haber evitado que la joven alférez salvara su vida ante una posible emergencia. Esta hipótesis ha sido planteada públicamente por el abogado de la familia, José Ocampo, quien aseguró que el incidente pudo originarse por un desperfecto técnico no detectado a tiempo.
En declaraciones a Exitosa, Ocampo afirmó que las investigaciones deben centrarse en determinar si el asiento de eyección recibió el mantenimiento apropiado, y si los componentes pirotécnicos del sistema — encargados de expulsar a los ocupantes en situaciones críticas — funcionaron correctamente. Agregó que es fundamental que la Fuerza Aérea del Perú colabore con transparencia para esclarecer estos puntos. La familia, señaló, solo busca hallar el cuerpo de Ashley para darle un homenaje digno como oficial de la República.
Posible fallo en asiento de eyección en accidente de la piloto Ashley Vargas: “La familia debe saber la verdad”
Ashley Vargas Mendoza de tan solo 24 años estaba por convertirse oficialmente en piloto militar. Solo le faltaba un vuelo para completar su curso de instrucción. Nacida en la región Amazonas, pasó la mayor parte de su vida en Trujillo y estudió en el Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de La Libertad.
Fue en esa ciudad donde un operativo de ayuda humanitaria desplegado por la FAP, durante unas protestas que bloquearon carreteras, le inspiró a seguir la carrera militar. A pesar de la pérdida de su madre en 2022, Ashley logró culminar sus estudios y egresó en el primer puesto de su promoción. Por ello, recibió la espada de honor de manos de la presidenta Dina Boluarte en la ceremonia de graduación.
Los padres y hermanas de Ashley Vargas Mendoza han expresado públicamente su decepción ante la actuación de la Fuerza Aérea del Perú (FAP). Desde el primer día, aseguran que la comunicación fue escasa y que no se les permitió involucrarse plenamente en las tareas de búsqueda. Pese al despliegue inicial, consideran que los recursos utilizados han sido limitados y que, con el paso de los días, el esfuerzo institucional ha disminuido. José Ocampo Zumaeta, tío de la joven y vocero de la familia, denunció que el caso ha sido minimizado. “Nosotros no vamos a parar hasta encontrar a mi sobrina”, declaró a los medios.
La hermana mayor de Ashley, visiblemente afectada, declaró que sienten que no se están agotando todos los medios posibles para hallarla. “¿Qué pasó con los drones, los buzos? No los vemos, no vemos movimiento. ¿Así es como buscan a una piloto?”, cuestionó. También lamentó que ellos mismos hayan tenido que movilizar apoyo por su cuenta, sin sentir el respaldo total de la institución. Para la familia, cada hora que pasa sin respuestas solo incrementa el dolor y la desconfianza.
El lugar donde se presume que cayó la nave presenta características geográficas extremas. Se trata de una zona con acantilados, cuevas submarinas y fuertes corrientes, lo que ha dificultado enormemente el trabajo de los buzos y rescatistas.
Carlos Alberto Flores explicó que en ciertas áreas hay más de 20 metros de profundidad, lo que impide una búsqueda convencional. También detalló que el oleaje cambia constantemente, reduciendo la visibilidad y complicando el uso de drones acuáticos. A pesar de ello, los equipos no han cesado en sus esfuerzos.
La desaparición de Ashley ha generado una ola de solidaridad en redes sociales. Amigos, excompañeros de colegio y ciudadanos en general han organizado vigilias, cadenas de oración y campañas en internet bajo el lema “Ashley, regresa a casa”.
En Trujillo, su ciudad de residencia, decenas de personas se concentraron en la plaza de armas con velas y pancartas. También se ha convocado una marcha para exigir que las autoridades no abandonen la búsqueda. “Ashley no está sola, y no permitiremos que su caso quede en el olvido”, expresó una amiga cercana a la familia. A medida que pasan los días, la presión aumenta y la pregunta sigue sin respuesta: ¿dónde está Ashley?
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