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Encuentran restos de Austin Tice en Alepo tras 12 años en paradero desconocido – Noticias de Israel

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Y Qatar hallan restos del periodista en Alepo, según Al Jazeera, después de intensas búsquedas tras la caída de Assad.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Equipo de EE. UU. y Qatar hallan restos del periodista en Alepo, según Al Jazeera, después de intensas búsquedas tras la caída de Assad.

Un equipo conjunto de Estados Unidos y Qatar, con apoyo de las fuerzas de seguridad sirias, descubrió los restos del periodista estadounidense Austin Tice en un cementerio en la región de Alepo, tal y como informó la cadena Al Jazeera el 11 de mayo de 2025. La fuente, un oficial sirio no identificado, indicó que se encontraron otros dos cuerpos en el mismo sitio. Tice, exmarine y periodista independiente que colaboraba con The Washington Post y McClatchy, desapareció el 14 de agosto de 2012 mientras reportaba sobre la guerra civil siria cerca de Damasco. Un video de 47 segundos, difundido semanas después, mostró a Tice vendado y rodeado por hombres armados, siendo la única evidencia pública de su situación tras su secuestro. Al Jazeera informó que un exoperativo del Estado Islámico reveló la ubicación del sitio a los equipos de búsqueda.

La búsqueda de Tice se intensificó tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en diciembre de 2024, cuando rebeldes liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS) tomaron Damasco. Durante años, el gobierno de Assad negó tener a Tice en custodia, aunque funcionarios estadounidenses afirmaban que el periodista estaba detenido por el régimen. La transición política en Siria posibilitó la liberación de miles de prisioneros de cárceles del régimen, renovando esperanzas de localizar a Tice. Sin embargo, la existencia de una red de prisiones secretas, estimada en 40 o más instalaciones por el enviado especial de EE. UU. para asuntos de rehenes, Roger Carstens, complicó los esfuerzos.

Hostage Aid Worldwide, organización que ha liderado la búsqueda en nombre de la familia Tice, pidió al público y medios abstenerse de especular sobre el hallazgo. La organización subrayó que solo la familia o ellos emitirían declaraciones oficiales tras verificar la información. Este llamado reflejó la sensibilidad del caso, dado que informes previos generaron expectativas contradictorias. En diciembre de 2024, la familia aseveró tener información creíble, validada por el gobierno de EE. UU., de que Tice estaba vivo en Damasco. En enero de 2025, Nizar Zakka, presidente de Hostage Aid Worldwide, aseguró que Tice seguía con vida, posiblemente retenido por leales a Assad en una casa segura.

El caso de Tice ha sido prioritario para Estados Unidos durante más de una década. El gobierno estadounidense mantuvo que Tice estaba en manos del régimen de Assad, aunque no se presentaron pruebas concluyentes ni se identificó públicamente a sus captores. En 2013, reportes indicaron que Tice escapó brevemente de una prisión en Damasco y fue visto en el vecindario de Mazzeh, pero fue recapturado por fuerzas leales a Assad. Esta información reforzó la creencia de que el régimen controlaba su detención. En 2016, otra pista sugirió que Tice fue llevado a un hospital en Damasco para recibir tratamiento médico, pero no fue verificada.

Tras la caída de Assad, los esfuerzos para localizar a Tice se aceleraron. Roger Carstens viajó a Beirut y Damasco para coordinar con autoridades regionales y rebeldes, incluyendo a HTS, a quienes EE. UU. comunicó que la liberación de Tice era una prioridad. La administración de Joe Biden expresó optimismo sobre encontrar a Tice vivo, basándose en la falta de evidencia de su muerte. El Departamento de Estado y el FBI ofrecieron recompensas de hasta 10 millones y 1 millón de dólares, respectivamente, por información que condujera a su regreso seguro. La ausencia de personal estadounidense en Siria obligó a depender de organizaciones como Hostage Aid Worldwide y periodistas locales para búsquedas en prisiones como Sednaya, conocida como el “matadero humano”.

La madre de Tice, Debra Tice, desempeñó un rol activo, viajando a Damasco en enero de 2025 para reunirse con el líder sirio Ahmed al-Sharaa, quien prometió investigar los crímenes de Assad. Debra también solicitó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que detuviera bombardeos en áreas donde se sospechaba que Tice podía estar detenido, como una prisión cerca del Monte Qasioun. En mayo de 2025, Debra reveló que, según registros de inteligencia, el gobierno de EE. UU. sabía con precisión dónde estaba Tice durante gran parte de su cautiverio, pero su traslado tras la caída de Assad complicó los esfuerzos.

El hallazgo reportado por Al Jazeera marcó un giro significativo, aunque la falta de confirmación oficial por parte de la familia Tice o Hostage Aid Worldwide dejó abierta la posibilidad de que la identificación de los restos no estuviera concluida. La cooperación entre Estados Unidos, Qatar y las fuerzas de seguridad sirias reflejó un esfuerzo internacional para resolver el destino de Tice, en un contexto de transición política en Siria donde la apertura de prisiones posibilitó avances. Qatar también lideró misiones para localizar restos de otros estadounidenses asesinados por el Estado Islámico, como Peter Kassig, James Foley, Steven Sotloff y Kayla Mueller, destacando su rol como mediador en la región.

El caso de Tice, el periodista estadounidense detenido por más tiempo en el extranjero, simbolizó los desafíos para garantizar la seguridad de reporteros en zonas de conflicto. Su trabajo en Siria, donde fue uno de los pocos corresponsales extranjeros en documentar el levantamiento contra Assad en 2012, le valió reconocimiento por su valentía. A pesar de los reportes sobre sus restos, la falta de una declaración definitiva mantuvo la incertidumbre sobre el cierre de este caso. La búsqueda de Tice reflejó los esfuerzos de su familia, el gobierno de Estados Unidos y aliados internacionales para obtener respuestas en un contexto de caos político y violencia en Siria.

La búsqueda de Austin Tice involucró a múltiples actores internacionales. Tras la caída del régimen de Bashar al-Assad, el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ofreció cooperar con Estados Unidos para localizar al periodista, según un comunicado en Telegram el 12 de diciembre de 2024. Esta oferta fue bien recibida por la familia Tice, aunque la designación de HTS como organización terrorista por parte de EE. UU. limitó la interacción directa. Roger Carstens, enviado especial para asuntos de rehenes, mantuvo reuniones en Beirut y Damasco para coordinar esfuerzos con aliados regionales, incluyendo a Turquía, que actuó como intermediario con HTS.

La madre de Tice, Debra Tice, se convirtió en una figura central en la búsqueda. En enero de 2025, viajó a Damasco y se reunió con Ahmed al-Sharaa, líder interino de Siria, quien se comprometió a investigar los crímenes del régimen de Assad, incluyendo el destino de Tice. Debra también presionó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para evitar ataques aéreos en áreas donde se sospechaba que Tice podía estar detenido. En mayo de 2025, Debra afirmó que registros de inteligencia revisados bajo la administración de Donald Trump mostraban que el gobierno de EE. UU. conocía la ubicación de Tice durante gran parte de sus 12 años de cautiverio, pero que su traslado tras la caída de Assad dificultó los esfuerzos.

Qatar desempeñó un rol clave en las operaciones de búsqueda. Además de participar en la misión que halló los restos reportados en Alepo, lideró esfuerzos para localizar restos de otros ciudadanos estadounidenses asesinados por el Estado Islámico. La experiencia de Qatar en misiones de búsqueda y rescate, incluyendo operaciones en Turquía y Marruecos, fortaleció su contribución en Siria. La cooperación entre Estados Unidos, Qatar y las fuerzas de seguridad sirias permitió acceder a información previamente restringida, como documentos de prisiones del régimen de Assad.

El caso de Tice también destacó los riesgos que enfrentan los periodistas en zonas de conflicto. Como uno de los pocos corresponsales extranjeros en Siria en 2012, Tice documentó el levantamiento contra Assad con reportajes que ganaron reconocimiento por su profundidad. Organizaciones como Reporters Without Borders apoyaron a la familia Tice, lanzando campañas como freeaustintice para mantener su caso en la agenda pública. A pesar del hallazgo reportado por Al Jazeera, la ausencia de confirmación oficial mantuvo abierta la posibilidad de que el caso de Tice no estuviera completamente resuelto.

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