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Huella 33: Imputada a Semve, 18 años tras el suceso de Garlasco – Notiulti

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La reapertura del caso promete arrojar luz sobre detalles cruciales.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Caso Garlasco: Huella Palmar Revela Nuevo Sospechoso, Andrea Semplio

En un giro inesperado en el caso Garlasco, las autoridades reabren la investigación tras el descubrimiento de una huella palmar que apunta a Andrea Semplio, amigo del hermano de la víctima. Este desarrollo, basado en un análisis forense de vanguardia, ocurre años después de la condena de Alberto Stasi por el asesinato de Chiara Poggi, y suscita nuevas preguntas sobre el trágico crimen. La reapertura del caso promete arrojar luz sobre detalles cruciales.

La fiscalía de Pavía ha reabierto las pesquisas sobre el asesinato de Chiara Poggi, ocurrido el 13 de agosto de 2007. Alberto Stasi, el exnovio de Poggi, fue condenado de manera definitiva por el crimen. Sin embargo, han surgido nuevos elementos, dirigiendo la atención de los fiscales hacia Andrea Semplio, amigo del hermano de Chiara Poggi, quien está siendo investigado nuevamente desde marzo de 2025.

El elemento más discutido es la huella clasificada como número 33, una porción de una huella palmar hallada en agosto de 2007 por los técnicos del RIS de Parma justo encima del cuerpo de la víctima. Si bien la huella ya no existe físicamente, fue fotografiada en el momento del crimen. En ese momento, no fue posible atribuir esta huella. Sin embargo, gracias a las mejoras tanto en hardware como en software en las tecnologías que permiten el análisis dactiloscópico, se ha logrado conectar la huella con Andrea Semplio.

Existen dos métodos principales para recoger huellas: el método de la tinta y el método más moderno y preciso del escáner óptico.

El escáner óptico proporciona mayor precisión y exactitud en comparación con la tinta. Una aplicación escasa o excesiva de tinta puede influir negativamente en el análisis. La técnica digital permite obtener una imagen más precisa y una caracterización más exacta de las minucias, sin los inconvenientes del método offline. La adopción del escáner óptico en años recientes podría haber contribuido a la atribución de la huella 33 a Andrea Semplio y, por ende, a la reapertura de las investigaciones.

En el caso de huellas latentes (no visibles inmediatamente), las autoridades pueden emplear sustancias como la ninidrina, que reacciona con los aminoácidos y colorea las huellas, haciéndolas visibles. La huella 33, al encontrarse en una pared, fue coloreada con ninidrina.

Para comprender la atribución de la huella, es crucial entender cómo se distinguen y clasifican las huellas dactilares. Cada huella está compuesta por crestas, líneas en relieve que forman figuras como ojos, lagos o ganchos. Las minucias son los puntos de discontinuidad de estas líneas, donde se bifurcan, unen o interrumpen. Estas microcaracterísticas hacen que cada huella sea única.

Para establecer una correspondencia entre dos huellas, se requiere un número suficiente de minucias idénticas, evaluadas según tres parámetros: forma, posición y orientación.

Cuando se establece con certeza que dos huellas pertenecen a la misma persona, se puede afirmar que una huella recogida en la escena de un crimen pertenece a ese individuo. Esto es lo que ha ocurrido con la huella 33 y las huellas palmares de Andrea Semplio, aunque la situación no es tan simple como parece.

En Italia, como en el resto de Europa, la policía científica y los carabinieri utilizan la base de datos AFIS (Automated Fingerprint Identification System), un sistema centralizado para almacenar y buscar huellas dactilares. Una vez recogida y analizada una huella, se carga en este sistema para su posterior comparación.

Un operador especializado, con la ayuda de software de análisis de imágenes, controla los puntos característicos de una huella e los inserta en el sistema, que compara la huella con el material ya presente en la base de datos.

En el caso de Garlasco, se encontraron 15 minucias dactiloscópicas coincidentes entre la huella 33 y la huella de Andrea Semplio. Si bien el número de minucias necesarias para atribuir una huella es generalmente 17, este valor puede variar según la calidad del hallazgo o las peculiaridades de la huella. Los 15 puntos de correspondencia de la huella 33 pueden considerarse un número suficientemente alto para justificar la reapertura de la investigación hacia Semplio, aunque no son suficientes para constituir una prueba de su presencia en el lugar del crimen en el momento del asesinato.

Existen varias razones para esta cautela. En primer lugar, la policía solo dispone de un fragmento de una huella palmar, correspondiente a la región hipoténar, en la base del dedo meñique. Si la huella 33 estuviera completa, se podrían haber encontrado más puntos de correspondencia, fortaleciendo la atribución, o se podrían haber encontrado minucias no correspondientes, lo que habría descartado el interés procesal de la huella 33. El hecho de que la huella esté incompleta crea un elemento de incertidumbre en el contexto de las investigaciones.

Además, la policía solo puede consultar la huella gracias a una imagen tomada en la escena del crimen hace 18 años y encontrada en el sistema AFIS. No es posible comparar directamente las huellas de Semplio con imágenes de alta calidad de la huella 33, que no se puede encontrar en este momento.

Esto no significa que la huella 33 pertenezca o no a Andrea Semplio. Solo quiere decir que la cuestión es particularmente compleja desde un punto de vista científico y legal, sobre todo tratándose de una investigación de asesinato. Será tarea de las autoridades establecer lo que ocurrió y, posiblemente, llegar a una nueva solución del caso, dados los recientes hallazgos. Lo que es cierto es que la combinación de nuevas tecnologías y software de análisis actualizado ha permitido la reapertura de las investigaciones contra Andrea Semplio.

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