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EE. UU. previene: no acatar estas reglas podría resultar en la pérdida de la visa o la green card
Redacción. Juan Barahona, diputado del partido Libertad y Refundación (Libre, en el gobierno), está en la mira después de ser fotografiado en la sala de espera de un hospital privado de la capital.
Barahona se ha distinguido por su estilo de vida modesto y sencillo; pero, el ser visto en un centro médico con tarifas elevadas ha provocado una oleada de críticas, principalmente en la oposición, quienes le reprochan no haber ido a un hospital público, como la mayoría de los hondureños.
“El socialista más radical de todos, haciendo una fila interminable en el Hospital Escuela, para ser atendido. Ojalá haya medicinas en la farmacia. Qué humildad, Juan Barahona”, ironizó en X Mario Díaz, dirigente del Partido Nacional.
Frente a los reiterados ataques, Barahona aclaró en sus redes sociales que visitó el hospital lujoso para acompañar a un familiar enfermo.
“Ayer estuve con un familiar enfermo en una consulta médica en un hospital privado de la capital”, escribió.
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“El verdadero problema en Honduras no es si una persona va a un hospital público o privado, sino que la oligarquía ha intentado históricamente adueñarse del derecho a la salud, transformándolo en un negocio en lugar de garantizarlo como un derecho humano”, agregó.
Para finalizar, aseguró que continuará defendiendo un sistema de salud pública decente, accesible y de calidad para todos los hondureños. “No pediré disculpas por acompañar a mis seres queridos cuando lo necesiten”, concluyó.
La polémica sobre Juan Barahona demuestra cómo la clase política está bajo el constante ojo público, y revive el debate sobre la coherencia entre el discurso y los actos, especialmente en un país donde el acceso a la salud pública aún es una deuda pendiente.
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