Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
UN FORASTERO EN ESPAÑA. En una tienda de chinos, un hombre está pagando las bombillas que ha comprado y habla con el dueño, un oriental que lo escucha con una sonrisa: “Aquí en Murcia siempre es lo mismo, o no llueve nunca, o se arma una tormenta, cae granizo y se lleva pa’lante todas las cosechas”. El hombre chino, sin perder la sonrisa, dice: “Nunca llueve a gusto de todos”. (Observen el manejo de los refranes del chino, algo tan castellano).
OYENTE HABITUAL. Yo soy muy de la radio. Todas las mañanas me levanto con un transistor con el que escucho las noticias y las tertulias políticas (por cierto, les recomiendo la de Onda Regional, a las 8.35. Se habla de todo y se dice bien). Mi costumbre es conectar un rato cada emisora nacional, y así, entre lo que dicen en una y en otra, y, reduciendo la credibilidad a la mitad, te haces una idea de lo que realmente ocurre. Un ejemplo, si en una hablan de Pedro Sánchez diciendo que es muy malo y en otra que es muy bueno, puedes llegar a la conclusión de que es regular. A veces llama la atención que una emisora analiza un hecho político como un gran logro y otra como un rotundo fracaso, pero así es cómo funciona la cosa democrática, y eso está bien.
ULTRAS. El jueves escuché decir a un tertuliano en una emisora de radio de esas menos conocidas, pero que alguien escuchará, digo yo, que el PSOE es un ‘partido criminal’ desde su fundación, y que había que ‘destruirlo’. Es tremendo hasta qué punto de barbarie pueden llegar esos reductos de exaltados enloquecidos. Por supuesto, la libertad de expresión existe, pero incitaban al odio y daba un poco de miedo escucharlo, la verdad.
SERIE. ¿Se puede recomendar una serie india con episodios de violencia policial incomprensibles para nosotros? Sí, se puede. Se llama Niebla de invierno y va de una investigación por asesinato. Resulta interesante porque está bien llevada de ritmo, los intérpretes son muy buenos y te descubre un estado indio, El Punjab, del que sabemos muy poco. Además, te sorprenden las diferencias tremendas en nuestras formas de vivir, los matrimonios concertados, la situación de las mujeres, muchas de ellas tratadas de un modo inaceptable en occidente. Sin embargo, como otro contraste, se habla de algunos temas de sexualidad con una libertad que no suele verse en las series occidentales. Son seis episodios y se ven con interés. Vale, consiento por esta vez y digo la plataforma donde se ve: Netflix.
LIBROS. Me encuentro con un amigo, conocido periodista. “Me traslado de casa. He regalado o vendido unos cuantos miles de libros y solo me he quedado con 3.000, pero es que no me cabían en la casa nueva”, me dice con tristeza, casi con alguna lágrima en sus ojos. (Este encuentro me hace reflexionar sobre mi situación, parecida a la de él. Yo vivo en una casa grande que me permite tener mis miles de libros, pero ¿qué harán mis hijos con ellos cuando yo ya no esté? Cada vez que compro un libro de segunda mano, que lo hago casi todos los domingos en el mercadillo frente al Almudí, y descubro dentro un subrayado, una dedicatoria o sencillamente la fecha de compra de su antiguo propietario, pienso en lo mismo, alguna vez mis miles de libros acabarán en otras manos, y, en el fondo, me alegro de que puedan tener otra vida.
HORROR. Es espantoso lo que están haciendo los israelíes en Gaza, es repugnante, una masacre, un genocidio. Ya han matado a más de cincuenta mil personas. Bombardean refugios, hospitales, escuelas. Matan a miles y miles de niños indefensos. Se ha provocado una hambruna total y hay bebés muriendo por falta de alimentos. ¿Cómo puede Estados Unidos seguir apoyando eso? Cada día que pasa el interés de la política internacional se debilita un poco más ante esta barbaridad, mientras que los seres humanos con conciencia nos horrorizamos, y los jefes de Gobierno de Europa se reúnen para estudiar lo de Ucrania, pero, ¿y Gaza? ¡Por Dios!
BUENO PERO CARO. En un informativo de televisión hablan de un nuevo medicamento para el sueño, por lo que dicen, de gran efectividad. Es verdad que el 40% de los españoles dormimos mal y muchos tomamos todos los modelos de pastillas. Este nuevo parece ser menos perjudicial que los narcóticos y otras recetas habituales. El único problema es que ese recién inventado remedio cuesta 92 euros por 30 pastillas. También dijeron que el ministerio de Sanidad estaba estudiando la posibilidad de meterlo en lo que da la Seguridad Social, porque, en el fondo, podría salirle más barato que la montonera de fármacos que nos tragamos los insomnes.
NO SE FÍA. Mi amigo Pepe dice que yo no duermo bien porque no tengo la conciencia tranquila.
OTRO GENEROSO. (Me lo envía un lector) Mercadillo de los domingos. En un puesto, un cliente sentado en una silla de ruedas se dirige al hombre que le está cobrando la compra y quitándose la gorra que lleva puesta y mostrando una calva casi total en su cabeza, le dice sonriendo: “Joer, Antonio, veo que te has hecho donante de pelo, como yo”.
Agregar Comentario