Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
La situación jurídica de OpenAI se había transformado en motivo de desacuerdo para la empresa precursora en inteligencia artificial (IA), ya que sus principales inversores pedían el cambio para asegurar la rentabilidad, mientras que los opositores alertaban sobre los riesgos de buscar grandes ganancias con una tecnología tan potente y sin la supervisión de un consejo directivo sin ánimo de lucro, que velara por el bien de la sociedad y no por el lucro.
“Tomamos la decisión de que la organización sin fines de lucro mantenga el control (de la firma) después de escuchar a líderes cívicos y de entablar conversaciones con las fiscalías generales de California y Delaware”, aclaró Altman en un correo electrónico al personal, publicado en la web de la empresa.
OpenAI se fundó como organización sin fines de lucro en 2015 y en su interior se creó una entidad con fines lucrativos “limitada”, que le permitía cierto grado de generación de ingresos.
Conforme a un plan de reforma que se había revelado el año pasado, OpenAI iba a transformarse en una “corporación de beneficio público con fines lucrativos”, una figura conocida por la sigla PBC en las leyes estadounidenses, con el fin de que los inversores se sintieran más seguros al inyectar miles de millones de dólares.
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Pero la iniciativa fue blanco de duras críticas por parte de activistas a favor de la seguridad de la IA, y también de su cofundador Elon Musk, que demandó a la empresa de la cual se marchó en 2018, al argumentar que el plan contradecía su filosofía fundacional.
En el nuevo plan, la rama de OpenAI dedicada a generar ingresos, que hasta ahora era limitada, ahora estará totalmente abierta a obtener beneficios, pero continuará bajo la tutela del consejo directivo sin ánimo de lucro. Este cambio aún necesita la aprobación de los gobiernos estatales de California y Delaware, donde la empresa tiene su sede y está registrada, respectivamente.
Mantener este estatus “nos permitirá seguir logrando progresos rápidos y seguros y facilitar el acceso de todos a una IA de alto rendimiento”, afirmó Sam Altman.
OpenAI se ha convertido en una de las “start-ups” más exitosas en la historia de Silicon Valley. Ganó notoriedad en 2022 cuando lanzó ChatGPT, su popular robot conversacional de IA generativa.
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