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Ácido hialurónico, vitaminas antioxidantes… Son algunas de las sustancias que se emplean en los tratamientos estéticos por sus propiedades. Algunas se pueden usar de manera tópica, aunque también inyectadas. Estas inyecciones estéticas deben ser realizadas por un profesional de la medicina, de lo contrario, el riesgo es máximo.
En los últimos años, ha aumentado la demanda de las inyecciones faciales en tratamientos estéticos, pero hay que tener claro que para que un establecimiento pueda ofrecerlas, debe contar con un médico especializado, tal y como se establece en la normativa española, explican a EFEsalud desde la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
En concreto, el vicepresidente segundo de esta sociedad médica, Sergio Fernández, afirma que existe una licencia sanitaria, la U48, que identifica a la clínica como centro sanitario autorizado. Son las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas las que la otorgan.
Por lo tanto, los centros que no cuenten con esa certificación U48 no pueden llevar a cabo tratamientos de medicina estética.
El problema, sostiene el especialista de SEME, es que al hablar de medicina estética “y tener ese apellido de ‘estética’, a veces se confunde con ese salón de belleza al que vamos a hacernos un tratamiento estético”.
Entre los tratamientos estéticos más demandados se encuentran los que utilizan ácido hialurónico. Este producto se puede usar de forma tópica, de hecho, la industria cosmética lo incluye en la mayoría de sus productos “bien como elemento único o combinado con otros ingredientes”.
“Lo que hace es proteger a la piel para que esa pérdida de agua sea mucho menor y esté hidratada”, explica el vicepresidente segundo de la SEME.
El ácido hialurónico también puede introducirse mediante inyecciones, pero solo pueden realizar estos tratamientos médicos estéticos médicos especializados.
Existen dos tipos de ácido hialurónico para inyectar, indica Fernández.
Uno de ellos se utiliza para modificar determinados rasgos estéticos del paciente, tanto a nivel facial como corporal, como por ejemplo, para tener más pómulos, más labios o rectificar una nariz que esta un poco torcida. Son productos de relleno.
El otro tiene un poder mucho más regenerativo, no va a cambiar la forma del rostro, sino que mejora la calidad de la piel.
“Su función es ayudar a que las células se mantengan activas. Tienen capacidad de estimular a las células para que sigan produciendo colágeno, elastina y mismamente ácido hialurónico. Aquí va a tener una función mucho más regeneradora o incluso activadora de la mitocondria”, señala el médico.
Y para corregir las complicaciones o resultados insatisfactorios del ácido hialurónico, se utiliza la hialuronidasa, que, de nuevo, inyectada, solo puede ser utilizada por un médico, ya que en esta presentación se considera medicamento.
Hace unos días la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) alertó de la necesidad del uso correcto de esta sustancia “especialmente en el contexto de los tratamientos estéticos”.
“La hialuronidasa está presente en el mercado tanto en forma de producto cosmético como de medicamento, y en ambos casos suele presentarse en formatos similares, como viales o ampollas”, especificaba la Aemps.
Se han detectado casos, continuaba el comunicado, en los que algunas clínicas y centros médico-estéticos han inyectado hialuronidasa comercializada como cosmético -y por tanto tópico-, lo cual no está permitido en la legislación y supone un riesgo grave para la salud pública.
“Por eso, es fundamental diferenciar claramente ambos tipos de productos -el cosmético y el fármaco- para evitar confusiones sobre su uso y aplicación”, reiteraba.
El vicepresidente segundo de la SEME explica que la hialuronidasa es como “el antídoto” del ácido hialurónico, ya que lo disuelve y “es muy importante tenerla en las consultas, como recomienda la Aemps, porque ayuda a prevenir efectos adversos severos en el paciente”.
En España, como fármaco, solo se puede adquirir con el trámite de solicitud como medicamento extranjero a través del servicio de medicamentos en situaciones especiales de la Aemps.
“Si la hialuronidasa cosmética se inyecta, puede provocar efectos adversos severos en el paciente como consecuencia de inyectar un producto que no está preparado precisamente para el uso en el interior de la piel, sino que está preparado exclusivamente para uso tópico”, destaca Fernández.
El experto insiste en que este tipo de tratamientos médicos estéticos que implican inyecciones solo los puede realizar un especialista en medicina estética, no esteticistas, ni enfermeros, ni farmacéuticos, ni fisioterapeutas.
Por otra parte, Fernández señala que la hialuronidasa por vía tópica “no tiene prácticamente ningún beneficio”.
“Al final el producto tópico va a penetrar muy poco, es como una crema. Va a profundizar en las capas muy superficiales de la piel, pero no va a llegar a donde se encuentra realmente el problema. Por tanto, su uso tópico es bastante controvertido”, resalta el vicepresidente segundo de la SEME.
Y solo los profesionales de medicina estética pueden realizar también las inyecciones de vitaminas antioxidantes en el rostro.
“En este caso, las inyecciones de complejos antioxidantes se hacen mediante una técnica de mesoterapia e igualmente debe ser realizada por un médico, puesto que estamos hablando de tratamientos médico estéticos”, agrega el miembro de SEME.
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