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Alemania y EE. UU. unen fuerzas para fabricar ATACMS y PAC-3 en Europa, disminuyendo la dependencia de las cadenas de suministro estadounidenses.
Rheinmetall, gigante alemán de la defensa, y Lockheed Martin, líder aeroespacial estadounidense, anunciaron el 18 de mayo de 2025 la creación de una empresa conjunta para producir sistemas de misiles avanzados en Europa. Esta iniciativa se enfoca en la fabricación de misiles como el ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército), GMLRS, Hellfire, JAGM y PAC-3, elementos cruciales para la defensa aérea y de largo alcance. La producción, que se establecerá en Alemania, busca cubrir la creciente demanda europea y reducir los largos plazos de entrega desde Estados Unidos, que en ocasiones superan los diez años, según Armin Papperger, CEO de Rheinmetall.
El acuerdo, que amplía un memorando de entendimiento firmado en junio de 2024, establece un “Centro de Competencia” europeo liderado por Rheinmetall, con una participación del 60% en la empresa conjunta. Lockheed Martin aportará su experiencia tecnológica, mientras que Rheinmetall aprovechará su conocimiento del mercado europeo. La producción está prevista para comenzar en un plazo de 12 a 13 meses, con un inicio estimado entre 2026 y 2027. La instalación tendrá capacidad para fabricar hasta 10,000 misiles anuales, incluyendo 600-800 ATACMS, 2,500 GMLRS, 5,000 Hellfire, 5,200 JAGM y 250-300 PAC-3 MSE al año.
Esta colaboración responde a la necesidad de fortalecer las capacidades de defensa europeas ante un entorno geopolítico cambiante. La demanda de misiles de precisión de largo alcance ha aumentado, impulsada por conflictos como el de Ucrania, que ha destacado la importancia de sistemas como el Patriot PAC-3 para interceptar misiles balísticos y el ATACMS para ataques de largo alcance. La empresa conjunta también busca garantizar la autosuficiencia industrial de Europa, minimizando la dependencia de las cadenas de suministro estadounidenses, que enfrentan cuellos de botella.
El proyecto requiere la aprobación de los gobiernos de Alemania y Estados Unidos, un paso crítico para avanzar en la planificación y establecer el marco operativo. Rheinmetall y Lockheed Martin ya han iniciado la planificación conjunta para optimizar la infraestructura del centro, que no solo fabricará misiles, sino que también realizará el ensamblaje final y actividades de investigación y desarrollo. Este enfoque asegura que los derechos de propiedad intelectual permanezcan en Europa, un aspecto clave para la soberanía tecnológica del continente.
La alianza entre Rheinmetall y Lockheed Martin se alinea con los objetivos de la OTAN de incrementar las capacidades de defensa aérea y de misiles en Europa. La creciente inversión en defensa de los países miembros, que en 2024 superó los 2% del PIB para muchos aliados, impulsa la necesidad de una producción local robusta. El centro de producción en Alemania no solo abastecerá a este país, sino también a otras naciones europeas, fortaleciendo la interoperabilidad dentro de la alianza.
El PAC-3 MSE, fabricado por Lockheed Martin, es un interceptor avanzado capaz de neutralizar misiles balísticos tácticos, de crucero, hipersónicos y aeronaves. Su tecnología de impacto directo (“hit-to-kill”) asegura la destrucción completa de los objetivos, minimizando daños colaterales por escombros. Por su parte, el ATACMS, con un alcance de hasta 190 millas, ha demostrado su eficacia en conflictos como la Guerra del Golfo y en Ucrania, donde se utiliza para atacar objetivos estratégicos en profundidad. Estos sistemas son fundamentales para responder a amenazas modernas, incluidas las capacidades balísticas de adversarios potenciales.
La colaboración también tiene implicaciones económicas. Se estima que la empresa conjunta generará un aumento de ventas de hasta 5,000 millones de euros para Rheinmetall, consolidando su posición como líder en el mercado de defensa europeo. Además, la producción local creará empleos y estimulará la economía en Alemania, especialmente en regiones donde se ubiquen las instalaciones. Para Lockheed Martin, esta alianza amplía su presencia en Europa, un mercado clave en medio de las crecientes tensiones geopolíticas.
El proyecto no está exento de desafíos. La integración de tecnologías de ambos socios requiere una coordinación compleja, especialmente en áreas como la gestión de la cadena de suministro y la estandarización de procesos. Además, la aprobación gubernamental podría retrasarse debido a consideraciones políticas o regulatorias, aunque ambas compañías han expresado confianza en obtener el respaldo necesario.
La iniciativa de Rheinmetall y Lockheed Martin surge en un momento en que la demanda global de sistemas de misiles está en aumento. En 2024, Lockheed Martin alcanzó un récord al producir más de 500 interceptores PAC-3 MSE, un incremento del 30% respecto al año anterior, y planea un aumento adicional del 20% en 2025. Sin embargo, las plantas estadounidenses, como la de Camden, Arkansas, enfrentan limitaciones para satisfacer la demanda internacional, lo que subraya la necesidad de una base de producción en Europa.
La guerra en Ucrania ha sido un catalizador clave. En abril de 2025, Alemania aprobó la transferencia de 100 misiles Patriot y 125 cohetes ATACMS a Kyiv, con el respaldo de Estados Unidos, para reforzar su defensa contra ataques rusos. La alta demanda de estos sistemas por parte de Ucrania y otros aliados europeos ha puesto presión sobre los inventarios existentes, acelerando la necesidad de nuevas capacidades de producción.
Otros actores también están intensificando sus esfuerzos. Boeing, que fabrica el buscador del PAC-3 para Lockheed Martin, anunció planes para expandir su producción en 2025, respondiendo a la creciente necesidad global. Mientras tanto, empresas emergentes como Anduril están invirtiendo en tecnologías de drones y misiles, lo que indica una diversificación en el mercado de defensa. Sin embargo, la experiencia combinada de Rheinmetall y Lockheed Martin les otorga una ventaja competitiva en el segmento de misiles avanzados.
La colaboración también refleja una tendencia más amplia hacia la regionalización de la producción de defensa. Mientras Europa busca mayor autonomía estratégica, iniciativas como esta empresa conjunta son pasos concretos para reducir la dependencia de proveedores externos y fortalecer las capacidades industriales locales. Esto es particularmente relevante en un contexto donde las amenazas híbridas y las tensiones en el Indo-Pacífico están redefiniendo las prioridades de seguridad global.
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