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La simbólica participación de República Dominicana en la Segunda Guerra Mundial tuvo consecuencias reales y trágicas. Tras la declaración de guerra del dictador Rafael Leónidas Trujillo a las potencias del Eje, tres barcos dominicanos fueron hundidos por submarinos alemanes entre mayo y julio de 1942, dos de ellos en aguas cercanas al país.
El primer ataque se produjo el 21 de mayo de 1942. El vapor mercante Presidente Trujillo, de 1,668 toneladas, había zarpado desde el puerto de Fort-de-France, en Martinica, con rumbo a San Juan, Puerto Rico. Sin escolta y en plena travesía, el navío fue torpedeado por el submarino alemán U-156, comandado por el capitán Werner Hartenstein. El impacto ocurrió a unas 7 millas de la costa de Martinica. En apenas cuatro minutos, el buque se hundió.
De los 45 tripulantes a bordo, 24 perdieron la vida, entre ellos marinos de diversas nacionalidades. Solo 15 lograron sobrevivir gracias al rápido rescate de embarcaciones cercanas.
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Este barco, construido en 1900 en los astilleros alemanes Howaldtswerke AG de Kiel, había sido desmilitarizado en 1938 y transferido a la empresa Naviera Dominicana, C. por A., controlada por Trujillo. Desde enero de 1939, operaba como nave mercante transportando mercancías hacia las Antillas, México y Estados Unidos.
El 16 de junio de 1942, menos de un mes después, la goleta Nueva Altagracia fue atacada por el submarino alemán U-126 mientras navegaba entre San Pedro de Macorís y Curazao. Esta embarcación se dedicaba al transporte de productos agrícolas hacia las Antillas Holandesas.
En este caso, el capitán del submarino ordenó a la tripulación abandonar la nave antes de abrir fuego y hundirla. Afortunadamente, no se registraron víctimas.
El último ataque ocurrió el 12 de julio de 1942, frente a las costas de Gaspar Hernández, en la provincia Espaillat. La pequeña goleta Carmen, de apenas 100 toneladas, transportaba productos agrícolas y aves de corral desde Puerto Plata hacia Puerto Rico. Fue interceptada y hundida por el submarino alemán U-166.
Al igual que en el caso anterior, la tripulación fue autorizada a abandonar la embarcación antes del ataque, y no se reportaron muertes.
Aunque la República Dominicana no participó activamente en el conflicto, su decisión de alinearse con los Aliados tras el ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 — y declarar la guerra a Japón el 8 de diciembre, seguido de Alemania e Italia poco después — la convirtió en blanco de los ataques alemanes en el Caribe.
Estos hundimientos forman parte de la llamada “Batalla del Caribe”, un frente poco conocido de la Segunda Guerra Mundial en el que submarinos alemanes hostigaron embarcaciones mercantes aliadas en aguas del Atlántico occidental y el mar Caribe, provocando la pérdida de cientos de barcos y miles de vidas.
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