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WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este jueves la designación de Mike Waltz como embajador de Estados Unidos ante la ONU, luego de que trascendiera en los medios que iba a remover del Ejecutivo a su hasta ahora asesor de Seguridad Nacional, a raíz del escándalo ‘Signalgate’.
“Desde su tiempo en el campo de batalla, en el Congreso y como mi asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz ha trabajado arduamente para priorizar los intereses de nuestra nación. Sé que hará lo mismo en su nuevo cargo”, declaró el líder republicano en su plataforma, Truth Social.
El consejero de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, dejó el cargo el 1 de mayo. Inicialmente, The Wall Street Journal publicó que fue el propio presidente Donald Trump quien le obligó a dimitir, tras verse implicado el pasado marzo en el conocido como Signalgate.
El presidente Donald Trump posteriormente anunció oficialmente la nominación de Mike Waltz como el próximo embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
Mientras se define su reemplazo, el secretario de Estado, Marco Rubio, asumirá interinamente el puesto de asesor de seguridad nacional, sin dejar de cumplir con sus responsabilidades en el Departamento de Estado.
También abandonaría su puesto Alex Wong, el adjunto de Mike Waltz, especialista en Asia, según confirmaron a medios estadounidenses cinco fuentes, con conocimiento directo y bajo condición de anonimato.
Mike Waltz, ex legislador republicano de Florida, de 51 años, protagonizó un escándalo el pasado marzo tras saberse que incluyó a un periodista en un grupo de la aplicación Signal no seguro en el que la plana mayor del gobierno de Estados Unidos debatió los planes para el bombardeo de Yemen.
Contexto: en marzo, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, reveló los horarios de los bombardeos en Yemen en un chat en el que fue incluido por error un periodista de The Atlantic antes de que se produjera el ataque, pero la administración de Donald Trump salió este miércoles a negar enérgicamente que se tratara de una filtración de información clasificada.
El editor jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, quien fue incluido por error en ese chat por el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, publicó nuevos detalles de la conversación que altos cargos de la administración mantuvieron a través de la aplicación de mensajería Signal para preparar el ataque a los rebeldes hutíes de Yemen del 15 de marzo.
El propio Waltz reconoció el error cuando el caso salió a la luz: “Asumo toda la responsabilidad. Yo creé el grupo. Es vergonzoso. Vamos a llegar al fondo del asunto”, afirmó en la cadena Fox News.
Hegseth proporcionó los horarios específicos de los bombardeos y el armamento que se iba a utilizar en el ataque, información que, según The Atlantic, podría haber frustrado la operación si hubiese caído en manos inadecuadas.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, señalado por el manejo de información sensible del gobierno en el llamado caso “Signalgate”, compartió datos militares en otro chat que incluía a dos familiares y a su abogado personal, según informó este domingo The New York Times.
Hegseth, compartió detalles confidenciales de la operación militar contra los hutíes a través de un segundo chat grupal de Signal, según reportó CNN citando a tres fuentes con conocimiento directo del asunto. El funcionario optó por discutir planes operativos en un grupo donde estaban incluidos su esposa, su abogado y su hermano. De ellos, solo el hermano y el abogado — Phil Hegseth y Tim Parlatore — tienen vínculos formales con el Departamento de Defensa. La inclusión de su esposa Jennifer, quien no ocupa ningún cargo oficial, ha encendido aún más las alarmas sobre el manejo de información clasificada.
La tensión creció después de que Hegseth despidió a tres altos funcionarios: su principal asesor Dan Caldwell, el subjefe de gabinete Darin Selnick, y Colin Carroll, jefe de gabinete del subsecretario de Defensa. La salida de estos funcionarios ha sido interpretada por algunos como un intento de silenciar voces disidentes dentro de su círculo más cercano.
Pero según el diario Wall Street Journal, Trump y altos cargos del Ejecutivo estaban descontentos con él ya antes de esa polémica.
El WSJ señaló que contrató a asesores que, según sus críticos, no convencían a la base más radical de Trump, la llamada MAGA, en referencia a las siglas de su lema ‘Make America Great Again’ (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).
Asimismo, en ocasiones sus posturas sobre Ucrania o Irán chocaban con la de otros funcionarios del Ejecutivo por ser más duras.
Altos cargos gubernamentales indican que a Waltz se le había apartado ya de negociaciones clave, como la de la búsqueda de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, y aunque estaba previsto que el pasado martes acompañara a Trump en Míchigan en el acto para conmemorar los primeros 100 días de su segundo mandato, finalmente no acudió.
“Waltz es el primero. Seguro que no será el último”, indicó este jueves el jefe de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, después de que la prensa estadounidense adelantara la información.
Waltz, de 50 años y representante por Florida, fue el segundo republicano de la Cámara de Representantes elegido para integrarse a puestos de alto nivel en el gabinete de Trump.
El también empresario y ex boina verde estadounidense, nombre con el que se conoce a los miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército, fue uno de los representantes más visibles de Trump durante su campaña electoral.
Waltz deberá abordar asuntos tan espinosos en la agenda de política exterior como las relaciones con China, ante la sombra de una guerra económica.
Fue miembro de los Comités de Servicios Armados, Inteligencia y Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes y cuenta con experiencia gubernamental previa como asesor de los exsecretarios de Defensa Donald Rumsfeld y Robert Gates.
Es uno de los legisladores republicanos que escribieron en agosto de 2024 pasado una carta al Comité Noruego del Nobel para apoyar la nominación de la opositora venezolana María Corina Machado al Premio Nobel de la Paz.
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