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Florida, EEUU. — El presidente estadounidense Donald Trump eludió comprometerse con la defensa del derecho al debido proceso, tanto para ciudadanos como para no ciudadanos, en una entrevista con el programa Meet the Press de NBC.
Ante la pregunta de si ambos grupos merecen esa protección constitucional, Trump contestó: “No lo sé. No soy abogado”, lo que suscitó críticas sobre su posición ante los derechos civiles.
El republicano, en su segundo período presidencial tras la reelección, defendió su plan de deportaciones, aludiendo al caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error.
Pese a una orden de la Corte Suprema que exige su retorno, Trump justificó la medida, acusando a García de pertenecer a una pandilla violenta y culpando a los tribunales de obstruir sus esfuerzos.
En política internacional, Trump minimizó la posibilidad de que Estados Unidos use fuerza militar para anexar a Canadá como el “estado 51”, aunque no descartó acciones con Groenlandia, alegando intereses de seguridad nacional. “No lo veo con Canadá… pero con Groenlandia, algo podría pasar”, dijo.
Sobre la economía, Trump desestimó las previsiones de una posible recesión y atribuyó cualquier debilidad al gobierno de su antecesor, Joe Biden.
Pese a una contracción del 0.3% en el primer trimestre, aseguró que el país atraviesa una “transición” y que la economía mejorará significativamente bajo su mandato.
Respecto a un posible tercer mandato, Trump restó importancia a sus comentarios previos, aunque reconoció que hay apoyo entre sus seguidores. “No estoy buscando hacerlo… quiero entregar el cargo a un gran republicano”, afirmó. No obstante, ha sugerido antes que existen “métodos” para conseguirlo.
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Finalmente, elogió a su vicepresidente JD Vance y al secretario de Estado Marco Rubio, a quienes calificó de “brillantes”.
Aunque se negó a hablar de sucesores, sostuvo que su movimiento “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez” tiene líderes sólidos para continuar después de su presidencia.
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