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Los “sabios” jamás yerran -mensaje de la amiga abogada- ¿qué van a replantear algo, si ni siquiera se enteran de lo que aprueban? No es hablar mal; pero sentados en esas curules, hemos tenido hasta delanteros, comediantes, faranduleros… aquí a veces perdemos la esperanza que el país mejore…”. Alusivo al cierre: (Pues bien -entra el Sisimite- que cada quien haga sus propias deducciones. Y ahora no solo eso, sino que los decretos que urgen al interés oficial vuelan a La Gaceta antes de la aprobación del acta de la sesión previa. ¿No crees que alguien debiera presentar alguna iniciativa para reponer en la ley ese artículo de la reconsideración, suprimido del Reglamento Interno, ya que es una valiosa normativa del procedimiento parlamentario? Bien dice la sabiduría popular: “Errar es humano…” -¿Y quién te ha dicho -lo interrumpe Winston- que haya voluntad de reconsiderar? ¿Cuál perdonar es divino y rectificar es de sabios? ¿No ves -ironiza Winston- que ellos nunca se equivocan?).
Un amigo diputado del oficialismo: “Buena reflexión y el tema del constituyente derivado buen planteamiento constitucional”. “Por eso les manifesté a los que hicieron la ley que prepararon la estaca que ahora se aplica como ellos la hicieron”. (Pero, pese al pecado original -pregunta el Sisimite- de saltarse la reconsideración al fondo, si dejaron lo que concierne a la aprobación del acta anterior ¿no es ese el paso adicional que debe darse antes de enviar a publicar a La Gaceta?). “Qué buen editorial de hoy, -mensaje del amigo constitucionalista- realmente siempre pensé que el artículo original en el Reglamento del Congreso sobre la aprobación o ratificación de las actas de la sesión anterior, era mil veces mejor que ese adefesio que tiene actualmente la Ley Orgánica del Congreso, que prácticamente solo se puede utilizar para correcciones de forma y no de fondo, violando el derecho del legislador de poder dar marcha atrás cuando ha metido la pata”. “Coincido con usted que ese manoseo, que a lo largo de los años han hecho del texto constitucional, evidentemente, ha creado distorsiones y contradicciones, de las cuales se aprovechan los políticos para crear crisis a su conveniencia”. El expresidente del CAH: “Totalmente de acuerdo, presidente, las enmiendas y corrección de los hechos es fundamental”. “Y la inobservancia de la correcta aplicación de la Constitución y la ley”. “Pero hoy día prevalece la imposición de los disparates sin límite”. El amigo exmagistrado: “¿Quién con una luz se pierde? Esto es derecho, lastimosamente no quieren aprender y mucho menos cuando no leen, ni quieren leer, ni pueden leer”. “Es una cátedra de derecho constitucional. (Recaséns Siches)”. “Fue sabio Ángel Valentín al tomar la decisión de incorporarlo al CAH, sus aportaciones son valiosas y certeras”.
“Para mí -mensaje del viejo amigo analista y exdiputado- ha sido una puñalada enterarme de que en algún momento la “cachurecada”, que tanto se critica, pero más pronto se imita, distorsionó un procedimiento universal e históricamente aceptado como es la reconsideración”. “Para muestra un botón; recuerda cuando se pretendió derogar el principio de la representación proporcional”. “Contigo y con ER estuvimos luchando hasta la madrugada para que no pasara”. “Como la sesión se cerró y se abrió inmediatamente para ratificación del acta, el presidente de la JD me envió razón para que presentara moción de reconsideración para las generales y así se salvó el golpe a la democracia que se pretendía dar”. “El problema es la falta de conocimiento -mejor ignorancia- hasta de la mayoría de los medios; aun abogados y peor diputados, de los procedimientos parlamentarios”. “Cuando te incluyo -ya que para entonces ya no eras diputado, pero gestionabas con amigos diputados de tu partido- me refiero a que los tres estábamos de acuerdo en que ese principio no debía manosearse”. “Era un logro en favor de la democracia”. “Nuestro sistema es “Partidista” por consiguiente quien juega al final en la asignación de puestos ganadores son los partidos no los candidatos quienes solo contribuyen con sus votos”. (Sobre el valor del proceso de ratificación -entra el Sisimite- y el espacio a la rectificación: “Errar es humano, -citando a Séneca- pero aferrarse al error es de necios. Y de políticos”. -A propósito de las reconsideraciones -tercia Winston- el origen de la “Fe de Erratas”: “Certificación de errores”, surgió con la imprenta de Gutenberg (siglo XVI); los primeros impresores incluían hojas sueltas con correcciones cuando se detectaban errores en libros ya publicados. Era un acto de “honestidad intelectual”: “reconocer fallos para que lectores tuvieran la versión más fiel”. “En el siglo XVIII, se formalizó como documento jurídico. Editores enviaban una “fe de erratas” a tribunales o instituciones para corregir errores en publicaciones oficiales (leyes, decretos), evitando malentendidos”. La “fe de erratas” es un pacto de honestidad entre creadores y lectores. Como resumió Voltaire: “La tinta más digna es la que se usa para enmendar”).