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Madrid.- Cerca de cincuenta adolescentes franceses de confesión judía que regresaban de vacaciones en España fueron bajados de un avión, lo que llevó a la asociación organizadora del viaje a anunciar el jueves su intención de interponer una denuncia por “discriminación” contra la aerolínea española Vueling.
En un comunicado publicado el jueves en la red social X, esta aerolínea de bajo coste acusó a los adolescentes, de un “comportamiento inapropiado y una actitud altamente conflictiva, poniendo en riesgo el buen desarrollo del vuelo”.
Pero la asociación Club Kineret, organizadora del campamento, desmintió “formal y categóricamente” la versión de Vueling.
“Vamos a interponer una denuncia por violencia física, psicológica y discriminación por motivos religiosos”, declaró a AFP la abogada de Club Kineret, Julie Jacob, quien habló además de “circunstancias agravantes” dado que se trata — al menos en parte — de “menores de menos de 15 años”.
La asociación precisó en su comunicado que el grupo estaba compuesto por “44 adolescentes acompañados por siete adultos”.
El incidente ocurrió el miércoles por la tarde, cuando los menores, que llevaban dos semanas en España, se disponían a viajar de Valencia a París.
Según Vueling los adolescentes “manipularon de forma indebida material de emergencia e interrumpieron activamente la demostración obligatoria de seguridad”.
“Pese a los múltiples avisos la conducta inapropiada persistió, lo que obligó a la activación inmediata de los protocolos de seguridad establecidos. La tripulación solicitó la intervención de la Guardia Civil que, tras evaluar la situación, procedió al desembarque del grupo”, detalló la aerolínea.
Vueling también afirma que “el comportamiento agresivo del grupo continuó” fuera del avión, y que una de las adultas acompañantes fue arrestada.
Un video que circuló en redes sociales muestra a una joven en el suelo esposada por agentes de la Guardia Civil.
Consultada por AFP, una portavoz de la Guardia Civil confirmó el relato de Vueling, asegurando que los miembros del grupo no obedecieron las instrucciones repetidas de la tripulación.
La monitora fue arrestada “porque se negó a bajar del avión y a obedecer a los agentes”, añadió, precisando que fue puesta en libertad poco después.
Sin embargo la asociación Club Kineret rechaza esta versión y habla de una “escena de una brutalidad inusual, injustificada y claramente sesgada”.
“No se reportó ningún incidente, amenaza o comportamiento inapropiado (por parte de los adolescentes)”, afirma el comunicado.
Club Kineret también aseguró que “varios pasajeros independientes que se encontraban en el avión redactaron declaraciones por escrito confirmando que los jóvenes no representaban ningún peligro para el orden público ni para la seguridad del vuelo”.
Antes de eso algunos padres ya se habían pronunciado en los medios contra la versión de Vueling.
Los adolescentes estaban “tranquilos” cuando llegó la Guardia Civil, aseguró a la cadena israelí i24News Karine Lamy, madre de uno de ellos, denunciando un “acto antisemita”.
Otra madre, que prefirió permanecer en el anonimato, afirmó que “en el avión no eran 50 cantando”, y cuestionó “la imagen estereotipada del regreso de un campamento con 50 chicos descontrolados”.
“No me gusta decir que fue antisemitismo, pero en este caso no veo qué otra cosa pudo justificar esto”, añadió.
“Los hicieron bajar como perros”, sentenció, señalando que los más pequeños eran “niños de 12 o 13 años”.
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