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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de julio (EL UNIVERSAL).- “Buscar a mi hija es como buscar una aguja en el Ajusco”, dice Claudia Vanessa Gámez, madre de Ana Amelí, quien desapareció durante una caminata en el Pico del Águila, en Tlalpan.
A 14 días de la desaparición de la joven de 19 años, la esperanza se mantiene para la familia, a pesar del cansancio y la angustia que viven diariamente.
Una vez más, el Ajusco fue escenario de una jornada de búsqueda, ahora por Ana Amelí, en la que más de 200 personas recorrieron cada rincón de la zona boscosa para hallar a la senderista de quien se perdió el rastro el sábado 12 de julio.
La convocatoria surgió desde las redes sociales y decenas de personas respondieron al llamado sin haber conocido a Ana Amelí.
La cita fue a las 7 horas en la estación de Metro Chabacano, para de ahí llegar hasta el albergue Alpino en la reserva ecológica del Ajusco, y continuar la búsqueda donde se le vio por última vez.
Cerca de las 10 horas, el vehículo que transportaba a los voluntarios se detuvo en el kilómetro 21.5 de la carretera Picacho-Ajusco. Ahí ya esperaban 45 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, peritos de la Fiscalía General de Justicia, guardabosques, familiares de Ana y dos perros entrenados de la Policía de Investigación.
La estrategia se dividió en tres grupos. El primero, rumbo al pico del Ajusco; el segundo, con picos y palas, buscaría en las barrancas; y el tercero, el más difícil, caminaría los senderos más escarpados, con Vanessa al frente.
Vestida con pantalón caqui, sombrero de ala ancha y guantes verdes, la mamá de Ana Amelí se ató el cabello y se internó en la maleza. A cada paso, gritaba: “¡Ana! ¿Dónde estás, hija? ¡Amelí, regresa!”.
Después de horas de caminata, llegaron a un paraje abandonado, donde parecía haber iniciado la construcción de una casa. Cerca, una pequeña zona de cultivo olvidada llamó la atención de los perros, que comenzaron a olfatear con intensidad. Con picos, voluntarios escarbaron la tierra húmeda, mientras otros removían ramas y piedras con las manos.
“Cada vez que encontramos algo, siento que se me va a salir el corazón”, confesó Mariana, una voluntaria quien dijo: “pero cuando nos dicen que no es de ella… es como caer de nuevo al vacío”.
Entre los arbustos, aparecieron unas prendas femeninas: una bolsa, una chamarra, unos zapatos. La esperanza se encendió, pero pronto fue apagada. Las pertenencias no correspondían a la joven desaparecida.
Durante la jornada, Vanessa tomó apenas cinco minutos para descansar. En un momento de calma, se le acercó Enriqueta, madre buscadora desde hace siete años. Su hijo, Francisco, desapareció en 2018 en la misma zona. Se fundieron en un abrazo.
“No pierdas la esperanza, Vanessa. A veces una madre encuentra, aunque nadie más crea”, le dijo.
A las 15 horas, la jornada llegó a su fin. En el punto de reunión, Vanessa tomó la palabra.
“Gracias a todos los que caminaron conmigo hoy. Gracias por darme su tiempo, su energía. Me siento mal porque no encontramos pistas de mi hija… pero más triste es ver que se tiene que movilizar tanta gente para que se atienda una desaparición”, externó. “Buscar a mi hija en el Ajusco es como tratar de hallar una aguja en un pajar… no sé si hoy subió mi esperanza o la perdí”, comentó Vanessa.
De acuerdo con la ficha de búsqueda, la joven despareció el pasado 12 de julio en las calles de la colonia Héroes de 1910 en la alcaldía Tlalpan.
Las indagatorias indican que en ese punto se había citado con sus amigos y que desde esa fecha no se ha sabido nada de ella.
Al momento de su desaparición, la joven vestía chamarra azul, pantalón verde tipo militar, sudadera verde y botas de montaña. De inmediato sus padres reportaron su desaparición, unidades de la policía del sector Topilejo y el agrupamiento Zorros acudieron al lugar para coordinar las labores de búsqueda en los puntos conocidos como “El Abrevadero”, el trayecto de “La Cantimplora”-“Cerro La Cruz de Márquez”, entre otros.
De acuerdo con Ricardo, padre de la joven, Ana abordó el Metro de la Línea 7 y descendió en la estación Barranca del Muerto. Aproximadamente a la una de la tarde, la joven le envió un mensaje informándole que sus amigos no habían llegado y se uniría a otro grupo.
En ese mensaje fue la última foto que se obtuvo de la joven en la cima del Pico del Águila, donde se le observa portando un casco blanco, chamarra del mismo color y pantalón verde militar. Al desaparecer, los operativos de búsqueda encabezados por la Fiscalía de la Ciudad de México y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas han avanzado hacia carreteras y puntos de salida de la capital.
El pasado domingo, 20 de julio, Ana Amelí cumplió 20 años. Su familia realizó una vigilia simbólica cerca del área donde se concentran los esfuerzos de localización, con veladoras, fotografías y mensajes de esperanza.
La mamá de Ana Amelí García Gámez, Vanessa Gámez, confirmó que la joven subió al Ajusco acompañada de un grupo de personas que no conocía, luego de que sus amigos no llegaran al punto de reunión.
Al ser cuestionada sobre si ya se habló con este grupo de personas, Vanessa, la mamá de Ana Amelí García Gámez, dijo que la Fiscalía de CDMX ya está trabajando en eso, aunque no dio más información.
En fotos publicadas por la página de Facebook de Senderismo Tepemecatl, se muestran 3 imágenes en donde aparece la joven sonriendo con el casco del grupo turístico.
A su vez, el administrador de la página respondió a cuestionamientos sobre Ana, en donde enfatizó que “en realidad (la joven) venía sola, ahí se unió a la foto en Cruz del Márquez y descendió al Pico del Águila”.
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