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Milán (AsiaNews) – En China, los campesinos están liderando una nueva revolución agrícola que busca acortar la extensa cadena de intermediarios que separa a los productores de los consumidores. Es un proceso que ya se está aplicando en otros sectores, pero en el mundo rural presenta mayores desafíos. Muchos agricultores no son nativos digitales y desconocen el potencial de las nuevas tecnologías. Para asistirlos, se están difundiendo nuevas instituciones que ofrecen cursos intensivos de cuatro días, con un coste de 5 mil yuanes (aproximadamente 635 euros), donde se enseña a combinar la técnica del trabajo agrícola con el arte de las ventas en directo.”Miren este jugo”, dijo el señor Chen a sus espectadores durante una venta en directo en redes sociales. “Llévenselo a casa, pruébenlo y preparen jugo de pera fresco para sus hijos”. En todas partes, pero sobre todo en China, se compra todo en internet y los métodos de venta tradicionales parecen anticuados. Durante mucho tiempo la agricultura permaneció al margen de esta revolución digital de las ventas, pero a partir de 2019 los agricultores chinos empezaron a reconocer el nuevo potencial, especialmente económico, y comenzaron a adquirir las competencias necesarias.”Debemos convertirnos en agricultores de la nueva era”, declaró Gao Chaorong a la AFP. Y muchos ya lo están haciendo, como Zhong Haihui, que aparece en vivo con botas de agua y sombrero para el sol, saluda a sus seguidores y presenta la cosecha del día. Para ayudar a los agricultores en esta transición, algunos especialistas imparten cursos prácticos donde enseñan a ofrecer la cosecha directamente a los consumidores a través de teléfonos inteligentes, “para evitar que se pudra en los campos si no la venden”, explica una alumna. Al mismo tiempo, el gobierno también intenta fomentar el proceso a través de inversiones en infraestructuras y mejorando la conectividad a Internet en las zonas rurales.También se organizan iniciativas que promueven el desarrollo del comercio electrónico rural mediante incentivos financieros o subsidios para los agricultores que adoptan canales de venta digitales. Las autoridades locales incluso están enviando funcionarios para enseñar la técnica de transmisión en vivo y ayudar a los agricultores a conectarse a Internet. Los números parecen confirmar que se trata de un fenómeno en expansión: solo el año pasado, los “creadores rurales” en Douyin (la versión china de TikTok) crecieron un 52%, mientras que en Xiaohongshu (aplicación china a medio camino entre Instagram y Amazon) el hashtag “nuevos agricultores” superó los 225 millones de visualizaciones.Tradicionalmente, los agricultores deben lidiar con un sistema de distribución largo, ineficiente y perjudicial para ellos. Tras la cosecha, los productos deben pasar por una cadena de intermediarios: comerciantes locales, mayoristas y distribuidores finales. A lo largo del proceso, los costos aumentan, la calidad del producto disminuye y el margen de beneficio del agricultor se reduce. La excepcional cosecha de lichis de este año – más del doble que el año pasado – ha puesto de manifiesto las limitaciones de este sistema.Los agricultores han tenido dificultades para obtener beneficios debido a los efectos combinados del exceso de oferta, los altos costos logísticos y la fragilidad de la fruta, que corría el riesgo de deteriorarse a lo largo de la cadena, lo que llevó a algunos a tomar la decisión de no cosecharlos para no arriesgarse a que los costos superen las ganancias. Pero más allá de los aspectos económicos, los “creadores rurales” podrían tener consecuencias de mayor alcance. En primer lugar, la relación directa con el consumidor: la posibilidad de mostrar los campos y los métodos de cultivo ha restablecido la confianza en el sector, aportando una primera solución a las preocupaciones relacionadas con la seguridad alimentaria. También han atraído la atención de los jóvenes que, al presenciar de primera mano la dedicación del agricultor, podrían reevaluar la oportunidad de una profesión particularmente amenazada por la dificultad de involucrar a las nuevas generaciones.Por último, la redistribución de los beneficios ayuda a disminuir la brecha de ingresos entre las zonas urbanas y rurales y podría incentivar las inversiones en el sector por parte de los propios agricultores. Procesos que concuerdan con las prioridades y objetivos del presidente Xi Jinping, quien, desde que asumió el cargo en 2012, ha señalado la revitalización rural como una prioridad fundamental para el desarrollo de China.
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