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Costos encubiertos: haitianos deportados afrontan pagos de 10,000 a 15,000 pesos para retornar

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Menos trabajadores hacen envíos de dinero ocasionalmente, cada dos y cinco meses y en menor cantidad (entre 3,000 y 4,000 pesos).

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Haitianos deportados: ¿Cuánto deben abonar para reincorporarse al trabajo?

Los haitianos deportados deben pagar entre 10,000 o 15,000 pesos para obtener su libertad cuando son expulsados por la Dirección de Migración y, al regresar al país, el dinero que a menudo consiguen prestado con la constructora, el maestro constructor, el contratista o entre sus compañeros, el cual deberán pagar al reintegrarse a sus labores, según un estudio del Instituto Nacional de la Migración de la República Dominicana.

La investigación fue realizada por Marina Ortiz y Rita Mena, titulada “Mercado Laboral y Mano de Obra Extranjera en el sector Construcción en la República Dominicana”, quienes conversaron con ingenieros que afirmaron que cuando deportan a un trabajador, hay que buscar a alguien que lo sustituya que cumpla con el tema del rendimiento para seguir con el trabajo.

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Dijeron que una estrategia empleada por los ingenieros para evitar parcialmente el problema de deportación o aprehensión de los trabajadores haitianos con condición migratoria irregular es permitirles pernoctar en la obra. Es importante mencionar que los entrevistados también se refirieron al costo que implica para el trabajador ser detenido o deportado.

Los consultados indicaron que la mano de obra haitiana, los inmigrantes, es más económica, tiene menos requisitos al ser contratada, siempre está disponible y tiene buen rendimiento, aunque su trabajo es de menor calidad que la mano de obra dominicana y, en ocasiones, no cumple con el horario, especialmente por problemas con su condición migratoria.

No obstante, con contadas excepciones, los entrevistados coinciden en afirmar que el dominicano hace un trabajo de calidad y que los haitianos requieren mucha supervisión, ya que es una mano de obra poco calificada que realiza trabajos con bajos niveles de calidad en la terminación. Esto se relaciona con la falta de experiencia en el área de la construcción que tienen muchos inmigrantes haitianos, por lo que su curva de aprendizaje es mayor.

Las investigadoras comunicaron que los trabajadores dominicanos, por su parte, están más pendientes del cumplimiento de las leyes laborales, porque las conocen más, se les paga más y hacen un trabajo de mayor calidad, aunque a veces son menos responsables y comprometidos con el cumplimiento del horario y las fechas de entrega de los trabajos.

Este capítulo presenta un perfil de los trabajadores de origen haitiano que laboran en el sector construcción en las provincias Santo Domingo, Bávaro y Santiago, a partir de la información obtenida a través de grupos focales de trabajadores inmigrantes, clasificados según su nivel de calificación.

Procedencia

La mayoría de los inmigrantes haitianos de la construcción que participaron en los grupos focales en el país provienen de zonas cercanas a la frontera con República Dominicana, entre ellas Juana Méndez, Tirolí, Artibonite.

Otros mencionaron que vienen de Jacmel, Puerto Príncipe y Jerémié. Algunos reportaron que vivían en pueblos cercanos a la frontera noroeste de ambos países y que con frecuencia cruzaban para trabajar en la agricultura y luego regresar a su ciudad en Haití.

Remesas

Las investigadoras Marina Ortiz y Rita Mena dijeron que los haitianos envían semanalmente millones de pesos, lo que hacen conscientes de que su familia necesita esos recursos para sobrevivir e indicaron que con ese dinero pueden comprar alimentos y pagar la vivienda.

Estos trabajadores envían de RD$5,000 a RD$7,000 semanales, aunque hay semanas en las que tienen que enviar menos, según señalaron, porque también deben cubrir sus gastos personales, pero siempre envían dinero. “Yo tiene (sic) que mandar todos los sábados, todos los fines de semana. Todos los viernes. Bueno, si pasó una semana, no puedo pasar dos. Para la comida de la casa hay que mandar 5, 6, 7,000 a la semana. Si no hay, puedo mandar hasta 1,000”. Menos trabajadores hacen envíos de dinero ocasionalmente, cada dos y cinco meses y en menor cantidad (entre 3,000 y 4,000 pesos). En estos casos, generalmente, su familia reside en República Dominicana y tienen que cubrir sus gastos.

Al preguntar a través de qué medios suelen remitir dinero regularmente, los participantes en los grupos focales indicaron que para el envío de sus remesas utilizan los servicios de Western Unión, Caribe Express y Transporte Cibao. Algunos trabajadores que viven cerca de la frontera indicaron que envían dinero a una cuenta del Banco de Reservas perteneciente a algún familiar que reside en este lado y dicho familiar retira el dinero, se traslada a Haití y se lo entrega a sus familiares.

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