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Alemania busca dejar atrás su postura pacifista. La principal economía de Europa planea casi triplicar su gasto en defensa para 2029, llegando a los 175 mil millones de dólares anuales, y gran parte de ese presupuesto se destinará a startups tecnológicas enfocadas en inteligencia artificial, robots autónomos e incluso cucarachas espía, según un informe de Reuters.
Este nuevo impulso viene acompañado de un cambio cultural: empresas emergentes como Helsing, que desarrolla IA para campos de batalla, o Swarm Biotactics, que diseña insectos ciborg para vigilancia, reciben apoyo directo del gobierno federal. “Europa está ahora comprometida con defenderse”, declaró Gundbert Scherf, fundador de Helsing, comparando el momento actual con el Proyecto Manhattan, la operación secreta que llevó a Estados Unidos a crear la bomba atómica.
La empresa Swarm Biotactics presentó cucarachas vivas modificadas con mochilas en miniatura y cámaras, controladas por impulsos eléctricos, con el objetivo de espiar en zonas de conflicto. “Nuestros biorrobots pueden moverse en enjambre y recopilar datos en tiempo real”, explicó su CEO, Stefan Wilhelm.
“La excusa del dinero ya no es válida. Ahora lo tenemos”, aseguró el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius. Pero Alemania también quiere liderar. Ya es el segundo país que más ayuda militar ha dado a Ucrania, después de Estados Unidos, y planea ser el primero en cumplir la nueva meta de la OTAN: invertir el 3.5% del PIB en defensa.
El gobierno también busca romper con un sistema de adquisiciones lento y centrado en gigantes tradicionales como Rheinmetall o Hensoldt. En su lugar, las nuevas empresas tendrán acceso directo a las decisiones del alto mando militar.
“Necesitamos una base industrial de defensa sólida para tener una economía fuerte”, afirmó Markus Federle, socio de la firma de inversión Tholus Capital, en una entrevista con Reuters.
Con la industria automotriz alemana debilitada, muchas PYMES (las famosas Mittelstand) y trabajadores especializados están migrando al sector de defensa. “Recibo entre tres y cinco solicitudes diarias de exempleados de automotrices”, indicó Stefan Thumann, CEO de Donaustahl, fabricante de municiones merodeadoras.
Según un análisis de Dealroom, el capital de riesgo dirigido a startups de defensa alemanas sumó 1.400 millones de dólares en cinco años, superando al Reino Unido. Solo en 2024, Europa destinó 1.000 millones de dólares en inversión privada al sector.
Y lo más relevante: las startups alemanas ahora pueden probar sus tecnologías directamente en el campo de batalla gracias a la guerra en Ucrania. Un cambio radical en comparación con los años en los que los contratos tardaban años en aprobarse.
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