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WASHINGTON (EFE y El Universal). — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer que su gobierno comenzará a remitir cartas a los países con los que no ha concretado un acuerdo comercial para comunicarles sobre los aranceles que desea imponerles.
Trump hizo estas declaraciones a los medios que lo acompañaban a su llegada a la base aérea Andrews (Maryland) y especificó sus planes, que ya había anticipado el mes pasado, de enviar cartas a decenas de países en vez de iniciar negociaciones.
El presidente enviará las misivas con las tasas arancelarias deseadas a una decena de países por día y espera que “estén completamente cubiertos” antes del 9 de julio, fecha en que finaliza la tregua de 90 días tras la que aplicaría sus llamados “aranceles recíprocos”.
Asimismo, el líder republicano afirmó que su gobierno comenzará a recaudar esas tasas el 1 de agosto.
“Su valor oscilará entre, quizá, unos aranceles del 60 o 70% a unos aranceles del 10 al 20%”, profundizó Trump sobre las tasas que propondrá en esas cartas y que serían superiores, en algunos casos, a las que anunció el 2 de abril, al que denominó el “Día de la Liberación”.
A principios de junio, Trump abrió la puerta a ampliar el plazo de nuevos acuerdos comerciales y adelantó que su gobierno enviaría cartas con pactos redactados por Estados Unidos que los países podrían aceptar o rechazar.
“Podemos hacer lo que queramos. Podríamos ampliarlo (el plazo del 9 de julio), podríamos acortarlo. Me gustaría acortarlo. Me gustaría simplemente enviar cartas a todos. ¡Felicidades! Van a pagar el 25%”, dijo Trump hace una semana en un acto en la Casa Blanca.
De momento, Washington ha alcanzado acuerdos comerciales con Reino Unido, China y Vietnam, mientras negocia con más de una decena de socios, incluyendo la Unión Europea y Japón.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha transmitido mensajes más cautelosos que los de Trump y hace una semana sugirió que se podría extender el plazo de negociación para algunos socios hasta septiembre.
Mientras tanto, un tribunal federal falló en mayo que Trump no tiene autoridad para aplicar de forma “ilimitada” la histórica ley en la que se amparan sus aranceles “recíprocos”; sin embargo, un tribunal en junio permitió que los imponga mientras se resuelve el caso.
Ayer mismo, el presidente Trump firmó su ambicioso plan fiscal, apodado “la gran y hermosa ley”, en una ceremonia en la Casa Blanca marcada por un imponente sobrevuelo de un B-2 escoltado por cazas F-35, mientras resonaba el himno nacional junto a la primera dama, Melania Trump.
El evento coincidió con el despliegue de 200 marines en Florida para apoyar tareas logísticas de las redadas migratorias del ICE, reforzando la agenda de seguridad nacional del mandatario.
Trump celebró la operación militar “Martillo de Medianoche” de hace dos semanas, que destruyó tres instalaciones nucleares en Irán, describiéndola como “uno de los ataques más exitosos de la historia”.
En compañía de 150 aviadores y sus familias de la Base Aérea Whiteman, el presidente afirmó: “¡Qué espectáculo! Nuestro país está más orgulloso ahora que en muchos años”.
Sin arrepentirse del ataque iraní de hace una semana, aseguró que Estados Unidos “ha resurgido” después de un año “muy triste” bajo Joe Biden, resaltando un aumento en el reclutamiento militar y policial.
El paquete fiscal, según Trump, impulsará un “crecimiento económico masivo” y eliminará impuestos a servicios y bienes estadounidenses, prometiendo “una era dorada” accesible para todos.
“Nuestro país va a ser un cohete, económicamente hablando”, dijo, agradeciendo al vicepresidente JD Vance y al equipo de la Casa Blanca por su apoyo.
Tras bendecir a las fuerzas militares y desear un feliz Día de la Independencia, afirmó que los últimos seis meses han sido los mejores de su presidencia, asegurando que “continuaremos ganando, ganando, ganando”.
En paralelo, el despliegue de marines en Florida, aprobado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, forma parte de un plan para movilizar hasta 700 soldados en estados sureños como Luisiana y Texas.
El Comando Norte de EE.UU. aclaró que estos marines, de la Marine Wing Support Squadron 272 en New River, Carolina del Norte, se limitarán a tareas administrativas y logísticas, sin contacto con detenidos.
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