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EE. UU. toma decisión severa: cancela visas y veta el retorno de ciertos extranjeros. Crédito: Composición El Popular/Meredhit Yañacc.
Obtener una visa para ingresar a Estados Unidos es un proceso cada vez más complicado y restrictivo. No basta con presentar documentos en orden: hoy, los solicitantes se someten a controles exhaustivos, entrevistas presenciales y largas esperas. Además, las decisiones varían según el criterio del oficial consular, generando incertidumbre en muchos solicitantes.
Durante el gobierno de Donald Trump, las políticas migratorias fueron mucho más estrictas. Entre las medidas más drásticas, está la posibilidad de cancelar visas ya otorgadas y prohibir permanentemente el reingreso al país de ciertos inmigrantes que hayan cometido infracciones migratorias, incluso después de haber sido admitidos legalmente.
Entre las principales razones por las que un inmigrante puede perder su visa y quedar inhabilitado de por vida para regresar a Estados Unidos, se encuentran el fraude migratorio (mentir en formularios o usar identidades falsas), el uso de documentos alterados, trabajar sin autorización, o incumplir reiteradamente las condiciones del visado, como no asistir a clases si se tiene visa de estudiante.
También se considera grave quedarse más tiempo del permitido — lo que se conoce como “overstay” — especialmente si la permanencia ilegal excede los 180 días o incluso un año. Además, aquellos que hayan sido deportados por delitos graves, participen en actividades delictivas o pandilleras, o intenten ingresar nuevamente tras una expulsión previa, serán considerados inadmisibles de forma permanente.
El sistema migratorio de Estados Unidos ofrece una amplia variedad de visas, cada una diseñada para propósitos específicos. Las visas de no inmigrante permiten estancias temporales por turismo (B-2), negocios (B-1), estudios (F-1, M-1), intercambios (J-1), trabajo especializado (H-1B), y más. Todas tienen límites estrictos en cuanto a duración y condiciones de uso.
Por otro lado, las visas de inmigrante están dirigidas a quienes desean establecerse permanentemente en el país. Entre ellas, destacan las EB-1 a EB-5, para profesionales cualificados, inversionistas y trabajadores con habilidades destacadas. También existen categorías humanitarias como las visas U y T para víctimas de delitos o trata, además del asilo y refugio, mecanismos que buscan proteger a personas vulnerables.
Elegir la visa correcta y respetar sus condiciones es clave para evitar problemas legales. Un error aparentemente pequeño — como aceptar un trabajo temporal con visa de turista — puede llevar a la revocación del visado y la prohibición de entrada. Por eso, es crucial informarse bien antes de iniciar cualquier trámite migratorio.
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