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WASHINGTON, 11 de julio de 2025 — El presidente de EE. UU., Donald Trump, saluda a la prensa antes de partir hacia Texas desde la Casa Blanca en Washington, D.C., Estados Unidos, el 11 de julio de 2025. No está en la agenda de la Casa Blanca abolir la Emergencia Federal.
EUROPA PRESS/Contacto/Hu Yousong
MADRID 12 de julio (EUROPA PRESS) –
Un tribunal federal de Estados Unidos dictaminó este viernes de manera provisional que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debe cesar los arrestos realizados en redadas de inmigración en Los Ángeles “basándose únicamente en su raza, idioma hablado u ocupación”, en el contexto de la polémica represión del Ejecutivo estadounidense contra los migrantes en California.
Así lo resolvió la jueza federal de distrito Maame Ewusi Mensah Frimpong, quien exigió la existencia de “una sospecha razonable que vaya más allá de la raza o etnia aparente de una persona, el idioma que habla, su acento o su presencia en un lugar en específico”, para llevar a cabo tales detenciones, según CNN.
Según lo estipulado por la magistrada –designada por el expresidente Joe Biden–, “los agentes en el área de Los Ángeles no podrán detener e interrogar a individuos sin sospechas razonables de que estén en Estados Unidos ilegalmente”.
En la misma línea, Frimpong recalcó en su orden que uno de los principales “errores” de la Administración de Donald Trump en este contexto fue no proporcionar información sobre los motivos y las condiciones de estos arrestos. Esto implica, agregó, que el Departamento de Seguridad Nacional deberá “proporcionar documentación de los arrestos a los abogados de los demandantes”.
Por el momento, la Casa Blanca no se ha pronunciado al respecto.
La resolución llega en un momento de alta tensión y creciente confrontación entre la Administración Trump y las fuerzas sociales que llevan semanas protestando contra la política migratoria del magnate, confrontación que se ha traducido en semanas de disturbios en las calles de Los Ángeles, donde Trump desplegó a mediados de junio unos 4.100 efectivos de la Guardia Nacional y alrededor de 700 marines en Los Ángeles, a pesar de las críticas del gobernador de California.
Paradójicamente, Trump ordenó este mismo viernes al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) que instruya a sus agentes para detener a cualquier persona que ataque un vehículo policial de este cuerpo y anunció que tendrán “autorización” para efectuar estas detenciones “utilizando todos los medios necesarios”.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, respaldó la lógica de Trump, asegurando que la Casa Blanca está apoyando al ICE en su actuación a fin de garantizar el desempeño de sus funciones y su seguridad.
“Estamos apoyando a los agentes del ICE en Los Ángeles y otros lugares, garantizando su seguridad en el cumplimiento de sus funciones… ¡ICE debería poder hacer su trabajo en cualquier ciudad de Estados Unidos sin ser atacado! Y si son atacados, el Departamento de Defensa estará orgulloso de estar junto a ellos para proteger sus instalaciones o a sus agentes en la ejecución de la aplicación legal de la ley”, expresó.
Este anuncio se produce después de que el cuerpo fronterizo realizara una redada en un campo legal de cultivo de marihuana este jueves en el estado de California, en la que hubo grandes enfrentamientos entre policías y manifestantes. La jornada concluyó con decenas de personas detenidas, incluidos nueve menores no acompañados.
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