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El sector empresarial busca obstaculizar la aprobación de la iniciativa en esta legislatura y su promulgación por el Ejecutivo, con la figura de la cesantía sin cambios.
Ante la constante oposición del sector privado a la reforma del Código Laboral y su reciente postura frente a la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados, el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael -Pepe- Abreu, indicó que el sector sindical está dispuesto a solicitar al presidente Luis Abinader el retiro de la iniciativa y dejar sin efecto los acuerdos alcanzados en el Consejo Económico y Social (CES).
El sindicalista explicó al Listín Diario que los errores de algunos legisladores en el análisis de la propuesta, defendiendo temas que ya no eran objeto de discusión porque fueron consensuados en el CES, han dado al sector empresarial un nuevo argumento para seguir oponiéndose a la reforma, lo que, según dijo, solo hacen por su claro interés en eliminar la cesantía, algo que aseguró sigue siendo innegociable.Agregó que temas como las multas y el trabajo doméstico ya habían sido acordados, y los legisladores los retomaron cuando ya había consenso al respecto.
Refiere que del lado de los empresarios lo que hay es un interés para que la reforma no se apruebe y hallan del otro lado legisladores que les hacen el juego cuando tergiversan, recuperan y colocan textos que ya fueron debatidos y se llegó a un consenso.
“Pienso que hay legisladores que, por lo que sea, por ignorancia o por una buena intención, pero con una intención distorsionada, podrían contribuir a que los empresarios lo tomen como pretexto”, puntualizó Abreu.
Señaló que el sector sindical no fue proponente de la reforma y está dispuesto a refrendar lo acordado en el tripartismo, pero que, si los empresarios mantienen su rechazo, están dispuestos a solicitar al presidente de la República que retire la iniciativa del Congreso Nacional y que el diálogo se retome cuando lo consideren oportuno.
Aclaró que el Código Laboral se quedaría sin actualizar, y los acuerdos hasta el momento, sin efecto, hasta que el diálogo se pueda reanudar.
Advirtió que los empresarios deben saber que, si se retira la reforma, muchos de los temas de los que se quejan van a seguir igual, y el sector sindical no reanudará el diálogo inmediatamente, recordando que el código de Trujillo duró 41 años en reformarse y el actual, 33. “Tienen que prepararse para saber que una reforma a ese mismo código, si fracasa, también tiene un plazo, y ese plazo será largo”, sentenció Abreu.
Aseguró que “los empresarios, por más tiempo que les dé, que busquen (…) la reforma fue propuesta por la cesantía laboral, y como eso no está incluido, están tratando de alargar el proceso, y nuestros legisladores, algunos, por decirlo así, cometen errores a veces infantiles”.
Empresarios niegan consensos
El presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) y diputado, Jacobo Ramos, señaló que los empresarios saben muy bien que lo que está en la propuesta de reforma fue consensuado, y los cambios que introdujo el Senado fueron mínimos.
Agregó que van tres gobiernos de discusión, y que en el último año y medio, el diálogo ha sido constante y sin descanso para que el empresariado niegue los consensos, después de haberlo refrendado con su asistencia a La Semanal, cuando el presidente anunció la presentación de la propuesta.
“Saben bien que le están haciendo un flaco favor al diálogo, y creando un ambiente de desconfianza que, evidentemente, no ayuda a la paz laboral de la República Dominicana; creo que deben reflexionar”, señaló Ramos.
El sindicalista y legislador mostró una postura diferente a la de Pepe Abreu, indicando que “ojalá podamos reintroducir el proyecto en la próxima legislatura ordinaria, y podamos avanzar con la firme posición del movimiento sindical de que la cesantía, bajo ningún concepto, será tocada”.
Concesiones
La líder del movimiento sindical, Eulogia Familia, puntualizó que tanto el sector sindical como el patronal deben hacer concesiones para lograr el consenso, y que los empresarios no entienden que deben comprender que el diálogo y la concertación deben ser beneficiosos para todas las partes.
Calificó la postura empresarial como un acto de imposición del poder económico y que las instituciones cotizantes de la seguridad social, como ADARS, ADAFP y ADIMAR, no deberían tomar parte en la discusión del Código Laboral, por ser entidades cotizantes en la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
Señaló que se debe aprobar la reforma propuesta porque es el resultado de los acuerdos alcanzados, y que luego se pueden seguir abordando los otros temas pendientes.
Aprobación
Esta semana, la Cámara de Diputados aprobó el jueves pasado, en primera lectura, el proyecto que busca reformar el Código de Trabajo establecido en la Ley Orgánica 16-92, luego de leer de forma íntegra los 80 artículos de modificación.
La decisión de los diputados encontró el rechazo del sector empresarial, que, en un comunicado firmado por más de un centenar de instituciones, mostraron su rechazo y preocupación por la aprobación de la pieza, indicando que desconoce los avances previamente consensuados en el diálogo tripartito, e introduce temas no discutidos.
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