Internacionales

El Pentágono y la frontera – El Heraldo de México

8788834326.png
Seamos realistas, los cárteles del trasiego de drogas son una amenaza de inestabilidad y de irreverencia ante el poder, pero para México y no para los Estados Unidos.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Washington – El Departamento de Defensa estadounidense está elaborando un plan de vigilancia cibernética en la frontera con México, concebido para atacar a grupos criminales que sean detectados operando en el tráfico de drogas.

El plan del Pentágono surge en cumplimiento de una orden del presidente Donald Trump, la cual, la semana pasada, fue filtrada a un grupo de legisladores republicanos del Congreso federal.

Sin entrar en muchos detalles específicos del proyecto por parte del Pentágono, la idea es que el Comando Norte, encargado de colaborar en la vigilancia fronteriza con el Departamento de Seguridad Interior para frenar la entrada de inmigrantes indocumentados y drogas, emplee drones armados como parte del arsenal para disuadir el movimiento de personas y narcóticos en la zona limítrofe.

En México, la noticia del posible despliegue de los drones militares se interpretó como una muestra más de la intención de Trump de ordenar una intervención contra los cárteles mexicanos del narco.

Como gobernante impredecible e irracional que es, Trump -en uno de sus arranques imperialistas-, podría hacerlo.

El temor al intervencionismo bélico de Estados Unidos lo tenemos encima desde que Trump decretó que los cárteles del narcotráfico de nuestro país son organizaciones de terrorismo internacional.

De acuerdo a la Constitución política de los Estados Unidos, un ataque militar en territorio extranjero debe ser autorizado por el Capitolio.

Lo sucedido recientemente en Irán con el ataque del Pentágono para destruir centros de desarrollo nuclear en la nación persa, tiene un contexto y razón diferentes a lo que implicaría atacar en México a los cárteles del narcotráfico. El ataque unilateral contra Irán se justificó en Washington por razones de seguridad nacional y por el conflicto en el Medio Oriente provocado por Israel, sin la autorización legislativa.

Trump acusa a los cárteles del narcotráfico mexicano de estar propagando en su país una mortandad sin precedentes por el tráfico de drogas sintéticas fabricadas con fentanilo.

Los planes nucleares de Irán y los de los cárteles del narcotráfico mexicano son diametral e inmensamente distintos.

Los capos mexicanos van por los dólares a granel que, por su debilidad y adicción incontrolable a los narcóticos, los ciudadanos estadounidenses están dispuestos a entregarles. Esto es capitalismo puro en su máxima expresión. Lo que padece la sociedad gobernada por Trump es un problema de salud pública y de educación crónico que desde hace décadas la Casa Blanca se niega a atender adecuadamente.

Esa etiqueta de terroristas que le puso Trump a los cárteles mexicanos es lo que tiene nerviosos a gobernantes y a comentaristas escandalizados.

No pretendo, porque no es mi intención, minimizar la amenaza social y de seguridad que representan los cárteles del narcotráfico. Seamos realistas, los cárteles del trasiego de drogas son una amenaza de inestabilidad y de irreverencia ante el poder, pero para México y no para los Estados Unidos. Lo sucedido en el Culiacanazo la primera vez que el gobierno mexicano le echó el guante a Ovidio Guzmán López, corrobora la premisa. El narcotráfico es una vertiente empresarial que emana del capitalismo que profesa Estados Unidos y sus capos no se van a poner la soga al cuello haciendo en el norte del río Bravo lo que hacen en el territorio mexicano. Saben perfectamente los líderes del narcotráfico mexicano cuáles son sus límites de operación en Estados Unidos.

Tampoco pretendo anular cualquier posibilidad de acción militar emanada de la mente imperialista de Trump.

La intimidación verbal del presidente de Estados Unidos hacia México es desmedida y carece de contexto.

Esos drones armados son un operativo de intimidación y de disuasión.

Suena infantil e ingenuo pensar que los jefes de los cárteles del narcotráfico tienen cuarteles generales en algún punto de la República mexicana desde donde ordenan el tráfico de las drogas.

Habría que darle un curso intensivo a Trump sobre la problemática del narcotráfico, tal vez con él descubra que hasta en su país hay cárteles y que están distribuidos por los 50 estados que gobierna.

POR J. JESÚS ESQUIVEL

COLABORADOR

@JJESUSESQUIVEL

EEZ

TRA Digital

GRATIS
VER