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Ayer, el presidente Luis Abinader delineó una visión de la Policía Nacional centrada en tecnología avanzada, inteligencia artificial y drones, lo cual contrasta con una relación a menudo conflictiva entre la institución y la ciudadanía, aunque se informa una reducción en la tasa de homicidios del 9.6 al 8.2 por cada cien mil habitantes.
No es exagerado decir que la transformación que ha sufrido el cuerpo del orden, desde que se inició el programa de reforma en 2020, se queda en la superficie, a pesar de reconocer que muchos agentes han recibido entrenamiento en una nueva metodología de trabajo.
Los logros o avances obtenidos en los cuatro años de transformación de esa institución apenas son suficientes para una Policía que hoy se sitúa en lo viable, pero distante de lo ideal, aunque se mencionen destellos de modernidad como el uso de inteligencia artificial y, en algunos casos, nuevos uniformes con equipamiento moderno.
El mandatario acierta al afirmar que la modernización de la Policía es crucial para el desarrollo, la prosperidad y la seguridad de los ciudadanos. Justamente, ese es el estado al que aspira la sociedad dominicana, aunque por ahora parece muy distante, pese a que hace unos cinco años se inició el camino.
Como auxiliar del Ministerio Público, el perfil del nuevo agente policial debería ser más técnico y menos represivo, priorizando la investigación como herramienta para prevenir crímenes y delitos, y la disuasión como una excepción justificada por las circunstancias, lo cual permitiría destacar casos resueltos en lugar de cifras de muertos en “intercambios de disparos”.
Es alentador saber que durante la apertura de la Octava Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública, el presidente Abinader pudo hablar de la reducción de homicidios y la modernización policial, pero debería tener en cuenta que, en cuanto a resultados, apenas se está comenzando.
El papel actual de la Policía, como garante del orden público y apoyo a la justicia, se inscribe dentro de lo posible con una leve mejoría, pero ni se acerca al perfil de la institución ideal con la que la población desearía interactuar, confiando en una protección y seguridad adecuadas.
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