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Frente a la amenaza que representan líderes como el estadounidense Donald Trump y el argentino Javier Milei, mandatarios de Sudamérica y España se reunieron en Chile para defender el sistema democrático. Con el encuentro, Pedro Sánchez, Lula da Silva, Yamandú Orsi, Gustavo Petro y Gabriel Boric envían un mensaje positivo, pero el sistema democrático se fortalecería más con un ejercicio transparente y apegado a las leyes que con discursos. Tan criticables son los ímpetus de Trump y Milei como los de los supuestos progresistas Nicolás Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, en Nicaragua. Es cierto que los extremismos y los autoritarismos son un peligro para la democracia, pero también males como la corrupción. Y la propia crisis económica que casi siempre está relacionada con escándalos. Si bien es bueno que haya gobernantes que defiendan la democracia frente al avance de los extremismos, es evidente que además de alzar la voz se debe predicar con el ejemplo, también con acciones para mejorar las condiciones de vida de la gente.
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