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Washington. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) alista una ofensiva intensa tras la asignación por el Congreso de 45 mil millones de dólares para la detención de migrantes en los próximos cuatro años, informó ayer The Washington Post, al tiempo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aceleró la edificación de casi 30 kilómetros de barreras flotantes en la zona limítrofe del río Bravo, en Texas.
El proyecto de ley también incluye 46.5 mil millones para la edificación del muro entre Estados Unidos y México, además de 6 mil millones de dólares para tecnología y vigilancia en la frontera, junto con otras medidas de seguridad en los límites de Estados Unidos y México.
Funcionarios de migración aseguraron al medio estadounidense que los recursos se utilizarían para duplicar la capacidad de detención del país a 100 mil camas, lo cual ampliará la cantidad de arrestos.
El representante Addison McDowell (republicano por Carolina del Norte) indicó que este proyecto de ley aumentará la seguridad de nuestras comunidades al hacer una inversión sin precedentes en nuestra zona fronteriza.
Los recursos asignados son superiores a los gastos en detención reportados en las administraciones de Barack Obama y Joe Biden en conjunto, en comparación con los del primer mandato de Donald Trump, agregó el periódico.
En tanto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, firmó una exención que evade las leyes ambientales para que se puedan construir poco más de 27 kilómetros de tecnología de barrera transmitida por el agua en el valle del Río Grande, en el sur de Texas.
Se ha identificado una deficiencia en las vías fluviales a lo largo de la frontera suroeste donde ocurre el contrabando de drogas, el tráfico de personas y otras actividades peligrosas e ilegales, expuso el DHS en un comunicado.
El proyecto, que se financiará con fondos previamente asignados, es la sexta vez que Noem usa dicha exención; además, reanudó una estrategia que generó polémica bajo el gobierno anterior, cuando Biden demandó al estado de Texas por colocar casi 305 metros de barreras con púas en el cauce fronterizo, un caso que finalmente no tuvo éxito en la apelación. La iniciativa de barrera flotante de Texas, mucho más modesta, costó alrededor de un millón de dólares.
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