Salud

La salud mental, en una situación de desventaja

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La sociedad fue golpeada sorpresivamente por una letalidad viral para la cual el sistema sanitario no estaba preparado.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Las frecuentes marchas actuales hacia desenlaces trágicos de la existencia expresan estadísticamente una creciente incidencia de suicidios en República Dominicana vinculada inevitablemente a una carencia de programas preventivos y de manejo de trastornos mentales. El dramático lapso de amenazas a la vida que inició con la enfermedad covid 19 en el 2019, de alta mortalidad y tendencias a lo incurable, incrementó entre un 25% y un 30% las angustiosas afecciones emocionales a nivel nacional. La sociedad fue golpeada sorpresivamente por una letalidad viral para la cual el sistema sanitario no estaba preparado. Hubo que enfrentarla desde la indefensión en lo que llegaban las vacunas que los científicos tardaron meses en desarrollar y menos aun para atender con respuestas esperanzadoras a un pueblo mentalmente atrapado en el pavor de los toques de queda que con insistente cotidianidad cerraban al país. Para lamentables consecuencias, aquella dramática experiencia no motivó a quienes dirigen el Estado a adelantar medidas para preservar con auxilios a la colectividad de futuras alteraciones al sistema nervioso central.

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Todavía hoy se está a la espera de que de la partida del presupuesto nacional destinada a atenciones médicas en general se reserve un 4% para los padecimientos mentales para acercarse un poco siquiera a los usos del dinero público en curaciones y no en atenciones anticipadas a lo peor. Brillan por su ausencia en los hospitales de la red pública las unidades para intervenciones a pacientes en crisis de salud mental y es notorio el déficit de camas para emergencias de este tipo en los centros regionales. Unas funciones sobre pacientes desatendidas en un país que sitúa los quebrantos que desequilibran emocionalmente sobre un 20% de la población. Desde el ejercicio de la psiquiatría se percibe una mayor demanda de atenciones a la salud mental. Proliferan los problemas afectivos por depresión, bipolaridad y abuso de consumo de sustancias adictivas. Se registra además un alto índice de disfunciones familiares y conflictos de parejas. A los problemas mentales se atribuye además una elevada tasa de homicidios y de la violencia social que supera a la delictiva propiamente.

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