Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
De Madrid a Barcelona en 40 minutos: El viaje a más de 1000 km/h… ¿será una realidad?
Actualmente, el sector de la movilidad enfrenta un gran desafío: lograr la máxima eficiencia con vehículos eléctricos. Estos deben superar los retos de la industria convencional, algo posible con esfuerzo. Un ejemplo son estos coches que cruzarán países, requiriendo solo 5 minutos de carga. Analicemos esta innovación.
Las baterías son cruciales hoy en día para el éxito de los coches eléctricos. Las de estado líquido son comunes, pero las de estado sólido ganan atención por su eficiencia. Las convencionales, de plomo ácido o selladas, usan gel. Las nuevas, en cambio, tienen un electrolito sólido en un espacio hermético, con muchas ventajas.
Se refieren a mayor densidad energética, recargas más rápidas, mayor seguridad y larga vida útil. Aún en desarrollo, presentan variaciones de estos atributos. Su implementación masiva impulsará la tecnología eléctrica en la movilidad.
Huawei, gigante tecnológico chino que fabrica componentes para coches eléctricos, ha desarrollado una batería de estado sólido que otorga a un vehículo una autonomía de 3000 kilómetros, suficiente para cruzar un país de menor longitud. Además, su capacidad de carga ultrarrápida se completa en cinco minutos.
Esta carga es del 10 al 100% (similar a la misteriosa batería de sable). Este avance usa sulfuro dopado con nitrógeno, alcanzando 500 Wh/kg de densidad energética, superando por dos o tres veces las baterías de iones de litio convencionales, proporcionando esta gran autonomía.
Esto se ajusta al ciclo CLTC chino. El proceso patentado por Huawei, que involucra el dopaje del sulfuro con nitrógeno, reduce las reacciones químicas secundarias, mejorando la estabilidad de los componentes. Esto disminuye fallos por envejecimiento, alarga la vida útil y aumenta los ciclos de carga y descarga.
Adicionalmente, minimiza la autodescarga, permitiendo que los coches permanezcan inactivos por mucho tiempo y se enciendan sin problemas. También, esta estructura previene el sobrecalentamiento interno de las celdas, evitando el riesgo de incendio.
A pesar de la patente, Huawei enfrenta retos. Entre ellos, la inversión para escalar la producción, el peso y tamaño de la batería para tal autonomía, y el alto costo de la tecnología, con sulfuros que podrían costar unos 1400 dólares por kWh. También, la disposición de estaciones de carga, un factor externo.
En resumen, estos coches que desafían la imaginación se basan en un modelo especial de baterías de estado sólido (China es quien define estos elementos). Con la nueva batería de Huawei, los vehículos eléctricos tendrán una autonomía de 3000 kilómetros, permitiendo cruzar países de menor distancia sin detenerse.
Agregar Comentario