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“Su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad”, manifestó Fernández luego del encuentro en X, antes Twitter.
Tan solo media hora después de dejar la cumbre del Mercosur que tuvo lugar el jueves en Buenos Aires, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió con la exmandataria argentina Cristina Fernández en el departamento donde cumple prisión domiciliaria debido a una condena por corrupción. La visita fue una clara señal de respaldo del líder izquierdista a su antigua aliada política en la región.
La líder del peronismo opositor había solicitado autorización para recibir la visita de Lula — con quien mantuvo fuertes lazos durante sus gestiones presidenciales — al tribunal que la sentenció a seis años de cárcel por administración fraudulenta en 51 procesos de licitación de obras públicas durante su presidencia entre 2007 y 2015.
“Su visita fue mucho más que un gesto personal: fue un acto político de solidaridad”, expresó luego del encuentro Fernández en X, antes Twitter.
El tribunal que la condenó en 2022 permitió a la dirigente peronista, de 72 años, cumplir la condena en su domicilio, ubicado en un barrio al sur de la capital.
En un texto que acompañó con dos fotos en las que ambos aparecen tomados de la mano y abrazados, Fernández trazó un paralelismo entre su situación y la que experimentó el líder del Partido de los Trabajadores cuando estuvo detenido en 2018 y 2019 por un caso de corrupción, una condena que posteriormente fue anulada por el máximo tribunal de su país.
“Lula también fue perseguido, también le hicieron ‘lawfare’ hasta meterlo preso, también intentaron silenciarlo. No pudieron. Volvió con el voto del pueblo brasileño y la frente en alto”, destacó la también exvicepresidenta (2019-2023).
La visita se llevó a cabo a puertas cerradas y sin que Lula tomara contacto con la prensa ni con las decenas de personas que se acercaron al edificio donde se encuentra el departamento de Fernández.
El mandatario brasileño acudió escoltado y en vehículo oficial.
Después del encuentro, Lula publicó un mensaje en X en el que definió su vínculo con Fernández como “una amistad de muchos años, que va mucho más allá de la relación institucional” y en la que los unen “ideales de justicia social y lucha contra la desigualdad”.
En su publicación, alentó a Fernández a seguir “su lucha por la justicia”. “Me alegró mucho volver a verla y encontrarla tan bien, fuerte y con ganas de luchar”, sostuvo y añadió: “Pude sentir el apoyo popular que ha recibido en las calles y sé lo importante que es este reconocimiento en los momentos más difíciles”.
La visita de Lula a su antigua socia en la región se produjo en el contexto de la tensa relación existente entre el mandatario izquierdista y su homólogo de Argentina, Javier Milei, de extrema derecha, que también se vio reflejada en los discursos contrapuestos que pronunciaron en la Cumbre de Mercosur.
La atención de la gente y de los medios de comunicación estaba puesta en el balcón del departamento al que la exmandataria ya ha salido a saludar a sus simpatizantes en varias ocasiones desde que comenzó su reclusión.
El tribunal había advertido a la condenada que debía respetar una de las condiciones de su confinamiento en casa: no alterar la tranquilidad del vecindario.
No es la primera vez que el líder brasileño manifiesta su apoyo a Fernández. Lula llamó por teléfono a la exmandataria después de que la Corte Suprema de Argentina confirmara el mes pasado el fallo condenatorio que le había impuesto hace cerca de tres años el tribunal federal.
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