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El emblemático estadio Maracaná, con capacidad para 200 mil espectadores.
El recordado ‘Maracanazo’ de Uruguay en el Mundial de 1950 se transformó en una hazaña que fue más allá de lo sucedido en el campo de juego hace justamente 75 años. Los goles de Juan Alberto Schiaffino y Alcídes Edgardo Ghiggia no solo aseguraron la victoria de la Celeste por 1-2 contra Brasil, sino que también dieron inicio a una historia que se pasa de generación en generación.
“Mucha gente en América y en el mundo lo considera algo que parecía imposible y que se logró”, explica a la Agencia EFE el periodista Alfredo Etchandy, miembro de la Asociación de Historiadores e Investigadores del Fútbol Uruguayo. Y agrega “Ese triunfo significó muchísimo y todos los uruguayos seguimos recordando ese año, ese momento, esa victoria y todo lo que indudablemente implica haber sido campeón del mundo en Brasil”. Etchandy detalla, asimismo, que ‘Maracanazo’ es un término adoptado en distintas partes del mundo y usado cuando se cree que algo es imposible y, sin embargo, se consigue, aunque no esté relacionado con el fútbol.
En conversación con EFE, Eduardo Rivas, creador del programa ‘Maracaná desde el alma’, reconocido por la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva en la categoría Documentales-, coincide con ello. En ese sentido, dice que el ‘Maracanazo’ superó por completo lo futbolístico y recuerda que tuvo connotaciones de orden social “muy importantes” en Brasil, mientras que los jugadores uruguayos dejaron un mensaje establecido a través de los hechos sobre cómo debe ser el deporte. Explica que, lejos de presumir o ufanarse por lo que habían logrado, los futbolistas de la Celeste construyeron una amistad “muy sólida” y hasta el final con sus rivales, quienes sufrieron “un golpe durísimo” por no alcanzar.
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