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“Hoy puedo decir que oficialmente he superado la trombosis” en una pierna, declara el pívot francés estrella de los San Antonio Spurs, que participa en unas sesiones de convivencia con su equipo mientras los más jóvenes compiten en la liga de verano buscando una oportunidad.
‘Wemby’, de 21 años, fue elegido en primera posición del ‘draft’ de 2023 y, tras su primera temporada, logró el premio al mejor novato del año, gracias a sus 2,24 metros de altura y a la gran envergadura de sus brazos, pero también a la inteligencia de su juego, a pesar de su juventud.
Sin embargo, la progresión de su segunda temporada se vio truncada a raíz del problema en su pierna, descubierto el 20 de febrero, que le obligó a una baja indefinida y le produjo el temor de tener que abandonar el baloncesto, como le ha ocurrido a otros jugadores por el mismo motivo.
“Tuve el miedo de no poder volver a jugar al baloncesto, creo que es algo que nos pasa a todos”, explica.
La entrevista, realizada el viernes pasado, tuvo lugar justo después de que Wembanyama recibiera el alta médica para retornar a los entrenamientos, aunque es consciente de que tendrá que volver muy gradualmente.
“Si tuviera que jugar un partido mañana, sería arriesgado. Tengo que recuperar muchos reflejos, tanto a nivel mental como de la memoria muscular”, explica. Aun así, asegura que va a volver más fuerte que nunca.
Este retorno paulatino ha causado su renuncia al Eurobasket que comienza el 27 de agosto, decisión que tomó junto con el equipo técnico del equipo nacional francés. “Cuando se tiene un problema de salud tan grave en la vida en general (…) No se pueden correr riesgos”, explica.
Wembanyama detalla en la entrevista que ha aprovechado este parón forzoso para viajar por el mundo, con estancias en Costa Rica, Japón y China. En este último país estuvo aprendiendo meditación y kung fu en el monasterio Shaolin, el lugar donde se originó ese arte marcial.
“Fue muy duro. He descubierto movimientos que jamás hacemos en nuestra vida. Había que dar más de mil patadas cada día, saltos, ejercicios de equilibrio, estiramientos.
Se utilizaban músculos que apenas usamos y que se sobrecargaban con mucha rapidez”, rememora.
La pieza clave de los Spurs para tratar de revivir los laureles que logró en décadas pasadas con hombres grandes como ‘el almirante’ David Robinson o Tim Duncan cree que la franquicia texana no necesita buscar grandes estrellas en el mercado.
“Los Spurs son maestros en el arte de construir equipos sin salir a buscar grandes jugadores ni sacrificar el equilibrio del grupo”, recuerda.
Finalmente, insiste en su “sueño” de hacer toda su carrera en la NBA “en una sola franquicia”, aunque asegura que aún no ha pensado en la prolongación de contrato a la que tendrá derecho dentro de un año, de unos 300 millones de dólares en cinco años. EFE
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