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“A quemarropa”: plomo con carga narrativa

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No hace falta leer la sinopsis antes de verla, pues desde el principio, de forma indirecta, da una idea del rumbo de la trama.

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El cine dominicano exhibe diversos géneros, algunos más populares que otros. Aunque la comedia ha sido una “fórmula exitosa”, esas risas frecuentes también han abierto camino para que los directores exploren nuevas historias, más audaces, más cautivadoras, sin recurrir a chistes forzados.

Tiene historia, drama, coherencia y, sobre todo, muchos disparos. No hace falta leer la sinopsis antes de verla, pues desde el principio, de forma indirecta, da una idea del rumbo de la trama. Unos 6 minutos después, o poco más, te encuentras en medio de un fuego cruzado, donde el silencio solo sirve para cargar el arma.

Todo un espectáculo visual, lleno de adrenalina, por lo que no es simplemente una película dominicana de acción, es acción pura.

Quizás el único punto débil en este ritmo es la secuencia de créditos inicial, es entendible que todos deben ser reconocidos por su labor, pero resulta extensa después de una apertura tan impactante.

La historia avanza rápidamente, con intensidad, sin largas esperas ni escenas innecesarias, es como un “vamos a lo que vinimos”.

Los efectos especiales sorprenden, se nota que no escatimaron en recursos, además, hay una variedad de locaciones que enriquecen el ritmo visual, al igual que las producciones de Hollywood, que, a nuestro parecer, este filme no tiene nada que envidiarles.

Gira en torno a un ladrón profesional (Frank Perozo) que busca venganza personal, un capitán de la policía (Félix Germán) que busca saldar una deuda moral, pero ambos comparten un objetivo, hacer justicia, aunque el primero lo haga de forma incorrecta.

El guion es inteligente, a pesar de mostrarlos como delincuentes, expone sus lados vulnerables, sus puntos débiles, por lo que terminas encariñándote con ellos, viéndolos más como víctimas de una sociedad corrupta que como simples criminales.

La película es una mezcla de poder, corrupción, venganza y, a su vez, es coherente y respeta la lógica del procedimiento policial (nada de agarrar evidencia “sin guantes”), lo cual se agradece. Los “flashbacks” están bien integrados: no es necesario que digan: “esto fue en el pasado o 20 años atrás”, se entiende por la narrativa.

¿Y los diálogos? La jerga dominicana está presente, claro que sí, pero no en exceso. Está dosificada con inteligencia, permitiendo que la historia pueda internacionalizarse sin perder autenticidad.

Actuaciones

Aunque algunos no superaron la prueba y otros simplemente estuvieron presentes sin dejar huella, también es bueno destacar a quienes se transformaron, a quienes nos vendieron su actuación y nos hicieron olvidar sus nombres reales, engañando a nuestros cerebros y haciéndoles creer que estábamos frente a una persona diferente.

Las actuaciones de Vakeró, Kiko El Crazy y Tony Almont, se destacan con fuerza, demuestran que su talento no se limita solo a la música, tres sorpresas muy agradables.

El intérprete de Qué mujer tan chula, y del líder y vocalista de la banda de rock Toque Profundo, logran construir personajes sólidos, que se quedan en la memoria del espectador. En el caso de Kiko, en su interpretación aportó autenticidad y carisma en las tres cortas escenas en las que aparece.

Es justo hacer una mención especial a la actriz que interpreta a la nana de “Frank”. Aunque, al igual que Kiko, su aparición es breve, es poderosa. Y es que con un diálogo y miradas cargadas de ternura (como la de nuestras abuelas), logra transmitir una gran carga emocional. Es bueno recordar que no es cantidad, es calidad.

En la cinta, Frank Perozo reafirma su estatus de estrella del cine dominicano. Su experiencia se nota en cada gesto y diálogo, dominando la narrativa sin forzar, con pura naturalidad, como ya nos tiene acostumbrados.

Las interpretaciones de Manny Pérez (en ciertos momentos su tono de voz tipo “El Padrino”, hacía mucho ruido), Josué Guerrero y Solly Durán, también son destacables.

¿El final? No podemos hacer spoiler, solo diremos que, después de tantas explosiones, disparos y persecuciones, el cierre deja una sensación de satisfacción y sin vacíos.

Estreno

La película “A Tiro Limpio” llega desde este jueves a todos los cines y a Puerto Rico el 11 de septiembre. El filme, que cuenta con la distribución mundial de Caribbean Films Distribution, tendrá un álbum en Spotify con las canciones y pistas de la banda sonora.

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