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ESTADOS UNIDOS.- — El fabricante de automóviles eléctricos Tesla fue declarado parcialmente culpable por un accidente ocurrido en 2019 en los Cayos de Florida, cuando un Model S en modo Autopilot chocó contra una SUV estacionada, causando la muerte de una joven y dejando gravemente herido a su novio.
Después de un juicio de tres semanas, un jurado federal en Miami ordenó a la empresa abonar $43 millones de dólares en indemnizaciones y $200 millones en daños punitivos.
El caso se remonta a un accidente ocurrido después del anochecer en una intersección con señal de alto y luz roja intermitente.
El Tesla Model S, que circulaba a 62 millas por hora (99 km/h), no se detuvo e impactó contra una SUV estacionada junto a la cual se encontraba Naibel Benavides León, de 20 años, quien falleció en el acto. Su novio, Dillon Angulo, sufrió lesiones severas.
Según el jurado, ni el conductor ni el sistema Autopilot frenaron a tiempo.
El conductor, George McGee, estaba buscando su teléfono celular cuando ocurrió el choque. Aunque McGee fue demandado por separado — y posteriormente llegó a un acuerdo extrajudicial — , el juicio se centró en la responsabilidad de Tesla por el funcionamiento de su software.
La decisión del jurado fue rotunda:
Basado en esta distribución, Tesla deberá pagar solo una tercera parte de los $129 millones en indemnizaciones determinados por el jurado, es decir, $43 millones, además de $200 millones en daños punitivos, con el objetivo de castigar conductas especialmente perjudiciales y prevenir futuras negligencias.
En un comunicado tras el fallo, Tesla rechazó la decisión:
“El veredicto de hoy es erróneo y solo sirve para frenar el progreso de la seguridad automotriz. Planeamos apelar debido a los errores sustanciales de derecho y a las irregularidades en el juicio”, declaró la compañía.
Tesla ha argumentado que ningún vehículo, ni en 2019 ni en la actualidad, habría evitado ese choque y que el conductor aceptó desde el principio su culpabilidad.
No obstante, durante el juicio, McGee declaró que esperaba que Autopilot actuara como respaldo ante una distracción:
“Mi idea era que me asistiría si cometía un error… y siento que me falló”, dijo.
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Los abogados de las víctimas enfocaron su estrategia en cuestionar la forma en que Tesla ha publicitado su tecnología. Argumentaron que la empresa “vendió” una falsa sensación de seguridad, provocando que los conductores se distrajeran al confiar ciegamente en el sistema.
El abogado Brett Schreiber responsabilizó directamente a Elon Musk:
“Es el CEO de Tesla quien creó la expectativa de que Autopilot podía ir más allá de sus límites.”
Y agregó:
“Estamos aquí porque Dillon Angulo y Naibel Benavides fueron parte de una prueba beta a la que nunca se inscribieron.”
Aunque Tesla ha promocionado su software Autopilot — y el sistema Full Self-Driving — como avances clave hacia la conducción autónoma, las autoridades estadounidenses han señalado fallos graves. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) reportó en 2023 que:
Este veredicto representa un duro golpe para Tesla y para Elon Musk, quien ha apostado el futuro de la compañía a la conducción autónoma. Aunque planean apelar, el fallo podría sentar un precedente importante en la evaluación legal de la tecnología de asistencia al conductor.
La jueza federal Beth Bloom aceptó el veredicto del jurado y se espera que emita una orden oficial en los próximos días. Tras conocerse la decisión, los familiares de las víctimas se abrazaron entre lágrimas en la sala del tribunal.
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