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Holocausto en Palestina: ¡Indignación General!

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Esa es la parte de nuestra historia como humanidad que muchos han olvidado o romantizado, sin embargo, después de tanta evolución ¿cómo podemos ser tan despiadados ante este genocidio de Gaza?…

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Desde que tengo uso de razón, me inculcaron el sentir a favor de Palestina. Mantener en la mente, según desean algunos, el concepto “bíblico” de lo que allí acontece es el error más profundo en la interpretación del cristianismo posible y una gran contradicción con las prédicas de Jesús de Nazaret.

Es necesario distinguir la fe y la espiritualidad de las religiones, así como, recordar que estas últimas se han impuesto en los pueblos de manera sangrienta, gracias a extremismos, imposiciones, falta de criterio y de tolerancia. Esa es la parte de nuestra historia como humanidad que muchos han olvidado o romantizado, sin embargo, después de tanta evolución ¿cómo podemos ser tan despiadados ante este genocidio de Gaza? El Papa Francisco mostró solidaridad con Palestina.

La ignorancia de la gente puede llegar a ser abominable. En las redes sociales, surgen comentarios que indignan por su gran estupidez y escasa argumentación, fruto del desconocimiento de algunos dominicanos/as, pero indiscutiblemente una muestra de deshumanización profunda, ya que no hay justificación para no sentir indignación ante la hambruna de niños y niñas bajo el esquema de bloqueo absoluto a las ayudas foráneas, como también, la humillación malvada de agrupar gente hambrienta desesperada por un poco de alimento controlado por sus propios verdugos, al mismo tiempo que incrementan la crueldad disparando ráfagas de balas para matar aleatoriamente a quienes se acercan a buscar alimento. CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.

Lo que ocurre en Gaza es más que una tragedia humanitaria, estamos ante un reflejo de la desigualdad en la atención global. Mientras otras crisis generan rápidas movilizaciones internacionales, Gaza afronta un patrón de indiferencia, fatiga mediática y dobles raseros. Palestina no está tan lejos de nosotros como pensamos, aquí existe una comunidad árabe con lazos políticos, comerciales y sociales con amplia influencia en el país, empezando por la familia presidencial, pasando por el ministro de salud y siguiendo por comunicadores y grandes figuras de nuestra sociedad. Incluso, mi familia materna es de ascendencia árabe.

Entre las enseñanzas que dejó el profesor Juan Bosch también se encuentra la defensa del Estado Palestino, no obstante, nada contundente dicen o hacen los y las hijos/as del boschismo. Hemos perdido la capacidad de manifestarnos como buenos esclavos de imposiciones imperialistas, inmovilizados en contra de un genocidio, a diferencia de la ciudadanía que ha salido a mostrar su solidaridad en Australia, Francia, España, Italia, México, Japón, Argentina, Estados Unidos, Chile e inclusive, en el propio Israel.

La violencia económica nos está llevando a la deshumanización, a normalizar bombardeos, hambrunas, bloqueos de ayuda humanitaria, en fin, a que exista una inmunidad perpetua frente a un pueblo en específico sin que haya sanciones. Este holocausto en pleno siglo XXI, dejará claro que desaparecer a todo un pueblo, es poco importante para muchas personas, por ende, la degradación humana cada vez es más fuerte a pesar de la gran sensibilidad y desarrollo al que se supone hemos llegado. Somos una especie sin solución, una plaga depredadora en el planeta que depende de su vanidad, de alimentos con tanta industrialización de por medio, que hay que saborizarlos para que sepan a lo que representan.

Vemos un día a una persona en Gaza que se hace viral en las redes por cualquier razón, ya sea porque es médico voluntario, periodista o artista, y al día siguiente ya esa misma persona está muerta. Más de sesenta mil personas fallecidas en esta “guerra o conflicto”. Hay que ser perversos para describir así una situación donde el pueblo está desarmado contra un ejército, que dice estar supuestamente tras “terroristas”, haciendo una limpieza étnica en pleno siglo XXI y a la vista de todos nosotros. ¿Acaso España mató a todo el pueblo vasco cuando buscaba a etarras? ¿Inglaterra acabó con la población completa de Irlanda cuando perseguía a miembros de IRA? No hombre no, esto no tiene excusa alguna.

Mientras, más de doscientos profesionales de la información han sido asesinados y más de 100 colaboradores de ayuda humanitaria de diferentes organizaciones también. Flotillas de barcos con ayuda humanitaria interceptados, sólo algunas ayudas por aire de alimentos con paracaídas, es lo que precariamente han podido hacer algunos militares de China, España, entre otros. A duras penas estos días Francia, Canadá, Australia, Malta y Reino Unido han mostrado su disposición a sumarse a la lista de 147 países (en los que ya está la República Dominicana) que reconocen al Estado Palestino. Más de sesenta mil muertes después, pero bueno, a ver si logramos algo ya que Francia y Reino Unido son dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha permitido este holocausto apoyado por Estados Unidos.

A pesar de la indiferencia de los países poderosos, la ciudadanía mundial tiene el deber de ser cada vez más crítica y solidaria con las personas que sufren en Palestina. Esta barbarie debe parar ya.

¡Vergüenza Generalizada! No nos quedemos callados frente a un holocausto público e innecesario.

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