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Burroughs, en un veredicto de 84 páginas, consideró imprescindibles tanto la lucha contra el antisemitismo como el derecho a la libertad de expresión, y falló que no se debe “sacrificar lo uno en aras de lo otro”.
Una jueza federal declaró este miércoles ilegal la congelación de más de 2,000 millones de dólares en fondos federales a la Universidad de Harvard, impuesta por el Gobierno de Donald Trump por supuestos casos de antisemitismo, afectando entre otros a programas de investigación médica.
La jueza Allison D. Burroughs, del tribunal federal de Boston, que ya había cuestionado anteriormente el bloqueo de los fondos, emitió hoy un fallo que obliga al Gobierno a revertir la medida, lo que supone una victoria para la prestigiosa universidad, aunque se espera una apelación, según informaron medios locales.
Burroughs, en su fallo de 84 páginas, consideró necesaria la lucha contra el antisemitismo, pero también el derecho a la libertad de expresión, y sentenció que no se debe “sacrificar uno en el altar del otro”, alentando además a otros jueces en situaciones parecidas a “actuar para salvaguardar la libertad académica”.
Asimismo, instó a otros jueces a asegurar que “no se sometan inapropiadamente a investigaciones importantes a cancelaciones de fondos arbitrarias y procesalmente endebles, incluso si ello conlleva (desatar) la ira de un gobierno comprometido con su agenda a cualquier precio”, según reportó The New York Times.
Harvard es una de las universidades cuya financiación se ha visto amenazada por los informes del ‘Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo’ creado por Trump, organismo que la acusa de ‘discriminación positiva’ y de no dar cabida a lo que el Gobierno califica como “diversidad de ideas”.
A comienzos de este año, el Gobierno de Trump exigió a Harvard supervisar sus admisiones, contrataciones y la ideología de los estudiantes y del personal, y la oposición de Harvard derivó en el anuncio de la congelación de más de 2.000 millones de dólares en fondos federales para la institución.
Harvard presentó una demanda en la que argumentó que el recorte de fondos impactaba en programas de investigación médica, científica y tecnológica, y Trump redobló su presión intentando prohibir a la institución la matriculación de estudiantes extranjeros, medida que Burroughs bloqueó de forma indefinida.
Ambas partes habían solicitado una sentencia sumaria sin juicio y la jueza realizó una audiencia crucial en julio donde ya insinuó que se inclinaba por dar la razón a Harvard y no al Gobierno, pero no emitió una decisión.
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