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Los Azulejos de Toronto superan 6-2 a los Dodgers en el cuarto encuentro de la Serie Mundial desde el Estadio Dodger
El ambiente
El batazo de vuelta entera de Guerrero alteró totalmente la atmósfera del Dodger Stadium, transformando una de las veladas más estruendosas que se puedan imaginar del Juego 3 en algo más templado.
Esto se sintió distinto a si Guerrero le hubiera conectado un cuadrangular a Blake Snell, Tyler Glasnow o Yoshinobu Yamamoto. Fue un choque de grandes figuras en todo el sentido, dos astros midiéndose con toda su potencia.
“Es sencillo aludir a Ohtani frente a Guerrero. Para nosotros, es Toronto contra Los Ángeles”, señaló el timonel John Schneider. “Pero ese balanceo fue determinante. Un *sweeper* es un lanzamiento pensado para generar batazos aéreos, desde mi perspectiva. Y el *swing* que Vlad ejecutó fue de gran calibre.
Tras lo de anoche y toda la admiración que Shohei recibió aparte, y ahora que está en el montículo, es un *swing* monumental de Vlad. Es un batazo clave para darnos impulso”.
Los siete *home runs* de Guerrero en la postemporada superan la marca de cualquier otro jugador de los Azulejos, dejando atrás a Joe Carter y José Bautista con seis en sus trayectorias. Adicionalmente, acumula 26 imparables, la segunda cifra más alta en una sola postemporada en la historia de la MLB, solo superado por Randy Arozarena en 2020 (29).
Demostración de fortaleza
Pueden intentar desviar la atención del duelo Guerrero contra Ohtani, pero no tendrán éxito. Es cierto que la asombrosa habilidad de los Azulejos para conectar hits consecutivos merece todo el foco. Hay múltiples narrativas en esta Serie Mundial, ahora reducida a una serie al mejor de tres y con la seguridad de volver a suelo canadiense para el Juego 6, pero Guerrero y Ohtani lo eclipsan todo.
Reconocimiento mutuo
“Siento una gran estima por Ohtani, y sé que esencialmente él y yo somos el punto focal de la Serie Mundial, pero cuando estamos en el campo, competimos”, declaró Guerrero. “Me sentí bien hoy al lograr enviarla fuera del parque ante él”.
El respeto entre ambos es sincero. De hecho, en el tercer partido, Guerrero compartió más tiempo con Ohtani que con algunos de sus propios parientes este mes.
Si bien Guerrero rara vez se prodiga en hablar de sí mismo, entiende cómo funciona este espectáculo. Es consciente de que es la imagen de la franquicia. Sabe que Ohtani figura entre los mejores peloteros de todos los tiempos. Conectarle un jonrón a Ohtani después de lo que Podría ser el ícono de esta Serie y de esta campaña: Guerrero ejecutando ese *swing* mientras Ohtani gira su rostro bruscamente para observar su trayectoria.















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