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Santo Domingo.- La sostenibilidad del cambio en materia de energía en la República Dominicana no residirá únicamente en la aparición de nuevas tecnologías, sino en una estructura financiera de vanguardia, reglas bien definidas y una perspectiva unificada entre el Gobierno, las instituciones bancarias y el mercado de valores. Así se desprende de las conclusiones de un debate organizado por la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE).
Este conversatorio se centró en “Perspectiva económica y financiera del sector eléctrico” y se llevó a cabo durante el Foro ADIE 2025: Transición energética en República Dominicana.
Se recordó que, desde el año 2019, el sistema financiero ha promovido una línea de acción enfocada en la sostenibilidad, de la mano del Banco Mundial y el IFC, a través del denominado Protocolo Verde. Además, se subrayó la urgencia de culminar el marco regulatorio relativo a la taxonomía ecológica y la gestión de los peligros derivados del clima, a fin de que los proyectos resulten más atractivos para el financiamiento bancario.
“Existe un interés financiero, tanto a nivel nacional como internacional, pero Latinoamérica sigue siendo la zona que menos fondos capta para esta transformación. Es imperativo que tengamos una mayor influencia a nivel mundial y que reforcemos las normativas internas para asegurar el flujo de capital”, se comentó.
Según el economista Henri Hebrard, la piedra angular de la perdurabilidad financiera del sector eléctrico radica en restablecer la confianza de los inversores y profundizar las modificaciones estructurales.
Él asoció de manera directa la factibilidad del proceso de transición con el objetivo presidencial de ampliar al doble la magnitud de la economía dominicana para 2036, lo que exigirá un incremento del 50-60% en la capacidad de generación eléctrica.














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