Actualidad Primera Plana

El precio implícito de no indexar las deducciones del Impuesto sobre la Renta

8924585728.png
Sin embargo, emerge una **cuestión incómoda**: el mandatario sugirió que estos subsidios se costean, parcial o totalmente, a expensas de los trabajadores formales.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Hace pocos días, escribí acerca de la **necesidad perentoria de actualizar el monto deducible del Impuesto sobre la Renta (ISR).** En paralelo, el senador Omar Fernández y otros colegas legisladores exigieron que se aplicara puntualmente la indexación contemplada en la ley. Respecto a esto, el presidente Luis Abinader, durante el espacio «La Semanal» del pasado lunes, aseguró que dicho reajuste sería una cantidad menor en comparación con el nuevo plan social denominado “Tarjeta Joven”, que proporciona RD$2,500 mensuales a 10,000 estudiantes, todo ello en el marco de un desembolso social que ha rebasado los RD$50,000 millones.

Sin embargo, emerge una **cuestión incómoda**: el mandatario sugirió que estos subsidios se costean, parcial o totalmente, a expensas de los trabajadores formales. Esto no resulta equitativo. **A la vez que se expanden las ayudas destinadas a quienes no contribuyen fiscalmente, la falta de indexación del ISR penaliza en silencio a aquellos que sí cumplen con sus obligaciones tributarias.**

Desde el año 2017, el tramo exento del Impuesto sobre la Renta se encuentra **estancado** en RD$416,220 anuales (o RD$34,685 mensuales), a pesar de que el Código Tributario, en sus artículos 296 y 327, ordena un ajuste anual en función de la inflación. Lamentablemente, las Leyes de Presupuesto han suspendido esta actualización de manera **sistemática**.

El resultado directo de esta omisión es un **impuesto inflacionario de carácter disimulado**. Conforme suben tanto los costes como los sueldos en términos nominales, un mayor número de trabajadores cruzan el umbral del ISR o son ubicados en rangos impositivos superiores, **sin que su poder adquisitivo real haya mejorado**. Si la indexación se hubiera aplicado desde 2017, la cifra exenta bordearía hoy los RD$601,000 al año (cifra que equivale a RD$50,000 al mes), lo que significaría que miles de empleados no tendrían que pagar este tributo.

Adicionalmente, aquellos con ingresos superiores a esta cifra afrontan una tasa de gravamen más elevada, ya que la renta neta imponible no se ajusta, y la deducción fija pierde su valor tangible. La **máxima contradicción** radica en que otras variables sí se indexan: los activos empresariales y los montos del impuesto selectivo, mientras que el tope exento para el asalariado permanece inmutable.

Según proyecciones basadas en información de la TSS y la DGII, los empleados formales habrían desembolsado miles de millones de pesos extra en este año 2025 motivado por esta omisión. Un trabajador con un sueldo de RD$40,000 paga aproximadamente RD$800 más al mes; si el sueldo es de RD$50,000, el exceso es de cerca de RD$2,300; con un ingreso de RD$60,000, el excedente ronda los RD$4,300; y para quienes perciben RD$70,000, el sobrepago supera los RD$6,000 mensuales.

**La paradoja es cristalina**: mientras se multiplican los programas asistenciales para la población no contribuyente, se incrementa la carga financiera sobre quienes sí lo hacen. Esto **distorsiona la progresividad**, debilita cualquier estímulo hacia la formalidad y hace que la política fiscal exhiba una incoherencia palpable entre lo que predica y lo que ejecuta.

**Para corregir esta situación no se requieren nuevas normativas**: basta con acatar lo establecido en el Código Tributario. **Indexar el ISR no es un regalo ni un privilegio. Es, simplemente, una cuestión de elemental justicia.**

TRA Digital

GRATIS
VER