Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
CHICAGO (AP) — Un alto cargo de la Patrulla Fronteriza, quien se ha erigido como la cara visible de las redadas migratorias impulsadas por el gobierno del presidente Donald Trump tanto en Los Ángeles como en Chicago, comparecerá ante un tribunal este martes. Su objetivo será responder a preguntas sobre un operativo policial en la zona metropolitana de Chicago que ha culminado con más de 1.800 detenciones y varias denuncias por uso excesivo de fuerza.
La diligencia judicial se celebrará después de que, a principios de mes, una jueza dictaminara que los agentes de inmigración uniformados debían utilizar cámaras corporales. Esta medida es el paso más reciente en una demanda iniciada por medios de comunicación y activistas que acusan a los agentes federales de aplicar una fuerza desmedida –incluido el uso de gas lacrimógeno— durante las movilizaciones de protesta contra dichas operaciones migratorias.
Greg Bovino, jefe del sector de la Patrulla Fronteriza en El Centro, California —uno de los nueve sectores a lo largo de la frontera con México—, está señalado de haber lanzado botes de gas lacrimógeno contra los manifestantes.
Inicialmente, la jueza federal de distrito Sara Ellis exigió que los agentes portaran identificaciones visibles y les prohibió emplear ciertas técnicas de control de multitudes contra manifestantes pacíficos y periodistas. Sin embargo, posteriormente manifestó su inquietud ante el posible incumplimiento de su orden al revisar grabaciones de altercados callejeros que mostraban el uso de gas lacrimógeno durante la denominada “Operación Midway Blitz” implementada por el gobierno. En consecuencia, modificó su dictamen para hacer obligatorio también el uso de cámaras corporales.
La semana pasada, Ellis amplió el tiempo de interrogatorio a Bovino de dos a cinco horas porque desea obtener detalles sobre el reciente empleo de la fuerza por parte de los agentes en Little Village, un barrio predominantemente mexicano de la ciudad. Durante un operativo migratorio la semana anterior en Little Village y en el suburbio adyacente de Cicero, al menos ocho personas —incluyendo cuatro ciudadanos estadounidenses— fueron detenidas antes de que los manifestantes se congregaran en el lugar, según informaron autoridades locales.
Los letrados que representan a una coalición de organizaciones mediáticas y manifestantes sostienen que fue el propio Bovino quien infringió la orden judicial en Little Village. Presentaron un fotograma de un video donde supuestamente aparece “lanzando gas lacrimógeno sin justificación a una multitud”.
Durante el fin de semana, se observaron agentes federales enmascarados y vehículos no identificados en los vecindarios más acomodados del lado norte de la ciudad —Lakeview y Lincoln Park, habitados principalmente por población blanca—, donde las imágenes evidenciaron el despliegue de agentes químicos en una calle residencial. Se ha filmado y constatado que agentes federales han utilizado gas lacrimógeno en calles residenciales en múltiples ocasiones durante las últimas semanas.
Bovino también estuvo al frente de la operación de control migratorio en Los Ángeles en los últimos meses, que resultó en miles de detenciones. En esa ocasión, los agentes rompieron ventanillas de coches, derribaron la puerta de una vivienda e incluso patrullaron a caballo el Parque MacArthur. En Chicago, operaciones similares de la Patrulla Fronteriza han degenerado en tensos encontronazos con manifestantes, cuyas grabaciones se han viralizado.
En una sesión previa, la jueza Ellis interrogó a Kyle Harvick, subcomandante de incidentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, y a Shawn Byers, subdirector de la oficina de campo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, sobre las políticas de uso de la fuerza de sus respectivas agencias y la distribución de cámaras corporales. Harvick mencionó que hay cerca de 200 empleados de la Patrulla Fronteriza en la zona de Chicago, y que aquellos que participan en la Operación Midway Blitz ya tienen cámaras. No obstante, Byers señaló que se requerirían más fondos del Congreso para extender el uso de cámaras más allá de las dos oficinas de campo actuales de su agencia.
Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.














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