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Tucson, Arizona. – La congresista electa Adelita Grijalva suma 36 días sin tomar posesión, estableciendo la dilación más extensa en la historia reciente del Congreso. Mike Johnson es blanco de críticas por retener su escaño, dejando sin voz a más de 800 mil habitantes de Arizona.
El titular de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, establecerá este miércoles un hito en el Congreso estadounidense: su negativa a investir a la congresista electa.
El antecedente, de 35 días, se dio en 2017, cuando el congresista de California Jimmy Gomez pospuso voluntariamente su juramento por asuntos familiares. No obstante, en el caso de Grijalva, la dilación ha sido impuesta desde la presidencia de la Cámara, sin justificación formal.
Grijalva, quien triunfó en las elecciones especiales del 23 de septiembre con más del 68% de los votos, ha denunciado que Johnson se rehúsa a permitirle rendir protesta, impidiéndole acceder a oficina, correspondencia oficial o recursos para asistir a los más de 800 mil vecinos del Distrito 7 de Arizona.
“Las familias del sur de Arizona están siendo despojadas de su representación porque Mike Johnson está más enfocado en respaldar a Donald Trump y a los influyentes allegados de Epstein que en desempeñar su cargo”, aseveró Matt Marquez, director de campañas del Arizona Working Families Party.
Según información legislativa, Grijalva ha manifestado su intención de convertirse en el voto necesario (el 218) para impulsar la conocida “moción de orden para liberar información de Epstein”, una táctica parlamentaria que Johnson y la cúpula republicana habrían intentado obstaculizar.
La controversia se acentúa dado que otros legisladores republicanos ganadores en votaciones especiales, como Jimmy Patronis y Randy Fine, fueron juramentados en menos de 24 horas tras sus respectivas elecciones. Este trato dispar es visto como una maniobra de obstrucción política por parte de Johnson.
Este asunto no solo impacta la representación de Arizona en el Congreso, sino que también aviva la discusión sobre los límites del poder del Vocero de la Cámara y la urgencia de salvaguardar el derecho de los votantes a ser representados sin demora.
La alcaldesa de Tucson, Regina Romero, envió la semana previa una misiva al congresista republicano Juan Ciscomani, quien representa el distrito colindante al de Grijalva, solicitándole que se sume al reclamo para que se le tome juramento.
“En nombre de los ciudadanos de Tucson y del Ayuntamiento, le instamos a actuar de inmediato para exigir la toma de posesión de nuestra representante legalmente elegida, Adelita Grijalva”, escribió Romero en la nota, difundida en sus redes.
Romero enfatizó que los habitantes del sur de Arizona “merecen una voz completa en el Congreso” y calificó la espera como una injusticia que niega a miles de familias influencia en las decisiones nacionales.
Hasta el momento, Ciscomani no ha ofrecido réplica pública al llamado, mientras aumenta la presión de líderes tanto locales como estatales para que el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, autorice la investidura de Grijalva.
Entretanto, la Fiscal General de Arizona interpuso una demanda para forzar a Johnson a acatar el proceso constitucional y permitir la juramentación de Grijalva, quien sigue en Tucson colaborando con líderes comunitarios y agrupaciones locales.
“Fui seleccionada para servir a mi comunidad, y eso haré”, comentó Grijalva en reciente diálogo con Conecta Arizona.
Con 36 días de espera, Arizona figura en los registros por una razón poco grata: la ausencia prolongada de representación en el Congreso, en un clima político cada vez más fragmentado en Washington.
🔴 Kris Mayes advierte con demandar a Mike Johnson por obstaculizar la toma de posesión de Grijalva.















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